Un alma recién llegada al cielo
se encontró con un ángel. El ángel llevó al alma a un recorrido por el
cielo.
Ambos caminaron
paso a paso por unos grandes talleres llenos con otros ángeles. El ángel se
detuvo frente a la primera sección y dijo: "Esta es la sección de
recibo".
Aquí, todas las
peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas. "El alma miró a la
sección y estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando
peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el
mundo.
Ellos siguieron
caminando hasta que llegaron a la siguiente sección y el ángel le dijo:
"Esta es la sección de empaquetado y
entrega".
Aquí, las
gracias y bendiciones que la gente pide, son empaquetadas y enviadas a las
personas que las solicitaron. El alma vio cuán ocupada estaba. Había tantos
ángeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empaquetadas y
enviadas a la tierra.
Finalmente, en
la esquina más lejana del cuarto, el ángel se detuvo en la última sección. Para
su sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca cosa.
"Esta es la sección del agradecimiento" dijo el ángel al alma.
"¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí?" - preguntó el alma.
"Esto es lo
peor"- contestó el ángel. Después que las personas reciben las bendiciones que
pidieron, muy pocas envían su agradecimiento.
¿Cómo agradece
uno las bendiciones de Dios?
"Muy sencillo",
contestó el ángel, "Sólo tienes que decir, Gracias Señor".
Gracias Señor,
por darme el regalo más grande; por enviar a tu hijo unigénito a morir por mis
pecados y darme la salvación, la vida eterna por medio de Jesús.
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