Dije al
almendro: háblame de Dios y el almendro floreció,
Dije al pobre:
háblame de Dios, y el pobre me ofreció su capa.
Dije al sueño:
háblame de Dios y el sueño se hizo realidad.
Dije a un
campesino: háblame de Dios y el campesino me enseñó a labrar.
Dije a la
naturaleza: háblame de Dios y la naturaleza se cubrió de hermosura
Dije a un
amigo: háblame de Dios y el amigo me enseñó a amar.
Dije a un
pequeño: háblame de Dios y el pequeño sonrió.
Dije a un
ruiseñor: háblame de Dios y el ruiseñor se puso a cantar.
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Dije a la
fuente: háblame de Dios y el agua brotó.
Dije a mi
madre: háblame de Dios y mi madre me dio un beso en la frente.
Dije a la
gente: háblame de Dios y la gente se amaba.
Dije a la voz:
háblame de Dios y la voz no encontró palabras.
Dije al dolor:
háblame de Dios y el dolor se transformó en agradecimiento.
Dije a la
Biblia: háblame de Dios y la Biblia se ahogó de tanto hablar.
Dije a Jesús:
háblame de Dios y Jesús rezó el Padrenuestro.
Dije temeroso
al sol poniente: háblame de Dios y el sol se ocultó sin decirme nada. Pero al
día siguiente al amanecer cuando abría la ventana ya me volvió a sonreir.
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Bienvenidos todos a mi blog. Aquí estoy colocando y actualizando pensamientos, historias, reseñas, fotos, videos... para estar al día y mantenernos cerca.
sábado, 15 de octubre de 2011
El lenguaje de Dios.
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