lunes, 31 de octubre de 2011

El Halloween y el Cristianismo.

 
 
Es impresionante el poder de la publicidad en nuestro medio la cual nos lleva a comprar, a pensar y a vivir de una manera en la que ni siquiera hemos reflexionado. Cuando nos damos cuenta estamos atrapados por el consumismo el cual no respeta edad, nacionalidad o creencia religiosa. Se vale de cualquier elemento para atraer nuestra atención con el fin de vender. El problema es que muchas veces, los que salimos más perjudicados con esto somos los cristianos.

Entre los ejemplos que podríamos mencionar están la Navidad y la fiesta de Todos los Santos. En la primera nos damos cuenta, con bastante tristeza, que el día de Navidad, estamos llenos de regalos, sin un centavo en la bolsa y lo peor, es que nuestro actividad “compradora” ha dejado de lado la preparación espiritual para la fiesta del “nacimiento de Cristo”. Se ha cambiado su figura por un Santa Claus y la cena de Navidad consiste en el intercambio de regalos y una exquisita cena (si ésta es posible dado que ya se gastó uno todo el aguinaldo y las tarjetas de crédito están hasta el tope). De manera que nuestra fiesta cristiana, poco a poco se ha ido transformando en una fiesta comercial, en la que muchas veces el único ausente es precisamente el festejado: Cristo.

Caso semejante sucede con la celebración de “Todos los Santos” en donde vemos que al aproximarse el 31 de Octubre las tiendas se ven llenas de: mascaras, trajes de monstruos, atuendos de brujas, calabazas con expresiones terroríficas, etc., en fin, de artículos que poco tendrían que ver con nuestra fe y con la fiesta que se celebrará. Dado que nos acercamos a esta fecha, quisiera compartir contigo algunos elementos de reflexión que nos lleven a valorar nuestra fe y a no dejarnos influenciar por el mercantilismo que puede incluso cambiar o destruir nuestra fe y nuestras costumbres.


UN POCO DE HISTORIA

Podemos considerar que celebración del Halloween tiene dos orígenes que en el transcurso de la historia se fueron mezclaron.

a. Origen Pagano

Por un lado encontramos que el origen paganos de la celebración podríamos atribuirlo a la celebración Celta, llamada “Samhain” y que tenía como objetivo dar culto a los muertos. La invasión de los Romanos (46 A.C) a las Islas Británicas dio como resultado la mezcla de la cultura Celta, la cual con el tiempo terminó por desaparecer. Su religión llamada Druidismo, con la evangelización terminó por desaparecer en la mayoría de las comunidades Celtas a finales del siglo II.

Sobre la religión de los Druidas, no sabemos mucho pues no escribieron sobre ella, todo se pasaba de generación en generación. Sabemos, que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de Noviembre (a la mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de “los muertos” y con ello se iniciaba el año nuevo Celta. Esta fiesta de los muertos ere una de sus fiestas principales pues celebraban lo que para nosotros sería el “cielo y la tierra” (conceptos que llegaron solo con el cristianismo). Para ellos el lugar de los muertos era un lugar de felicidad perfecta en la que no había hambre ni dolor. Los celtas celebraban esta fiesta con ritos en los cuales, los sacerdotes druidas, sirviendo como “médium”, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortal. Se dice que los “espíritus” de los muertos venían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares.

b. Origen Cristiano


Desde el siglo IV la Iglesia de Siria consagraba un día a festejar a “Todos los Mártires”. Tres siglos más tarde el Papa Bonifacio IV (+615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (panteón) en un templo cristiano dedicándolo a “Todos los Santos”, a todos aquellos que nos habían precedido en la fe. La fiesta en honor de Todos los Santos, inicialmente se celebraba el 13 de Mayo, pero fue el Papa Gregorio III (+741) quien la cambió de fecha al 1º de Noviembre, que era el día de la “Dedicación” de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la Fiesta de “Todos los Santos” se celebrara universalmente. Como fiesta mayor, ésta también tuvo su celebración vespertina en la “vigilia” para prepara la fiesta (31 de Octubre). Esta vigilia vespertina del día anterior a la fiesta de Todos los Santos, dentro de la cultura Inglesa se tradujo al inglés como: “All Hallow’s Even” (Vigilia de Todos los Santos). Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando primero a “All Hallowed Eve”, posteriormente cambio a “All Hallow Een” para terminar en la palabra que hoy conocemos “Halloween”.

Por otro lado ya desde el año 998, San Odilo, abad del monasterio de Cluny, en el sur de Francia, había añadido la celebración del 2 de Noviembre, como una fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada fiesta de los “Fieles Difuntos” la cual se difundió en Francia y luego en toda Europa.


HALLOWEEN EN NUESTROS DÍAS


Si analizamos la actual celebración del Halloween veremos que poco tiene que ver con sus orígenes. De ellos solo ha quedado el hecho de la celebración de los muertos pero dándole un carácter TOTALMENTE distinto al que tuvo en sus orígenes y agregándole poco a poco una serie de elementos que han distorsionado totalmente la fiesta sea “de los muertos (difuntos)” como de “todos los santos”.

Entre los elementos que se le han agregado, tenemos por ejemplo, la tradición de “disfrazarse” la cual muy posiblemente nació en Francia entre los siglos XIV y XV durante la celebración de la Fiesta de “Todos los Santos”. Durante esta época Europa fue flagelada por la plaga bubónica o “peste bubónica” (también conocida como “la muerte negra”) en la cual murió alrededor de la mitad de la población. Esto creó en los Católicos un gran temor a la muerte y una gran preocupación por ésta. Se multiplicaron las “misas” en la fiesta de los “Fieles Difuntos” (2 de Noviembre) y nacieron muchas representaciones artísticas que le recordaban a la gente su propia mortalidad.

Estas representaciones eran conocidas como la “Danza de la Muerte”. Dado el espíritu “burlesco” de los franceses, en la víspera de la fiesta de los “Fieles Difuntos”, se adornaban las paredes de los cementerios con imágenes en las cuales se veía al diablo guiando una cadena de gente: Papas, reyes, damas, caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc. (la muerte no respeta a nadie), y los conducía hacia la tumba. Estas representaciones eran hechas también a base de cuadros plásticos, con gente disfrazada de personalidades famosas y en las distintas etapas de la vida, incluida la muerte a la que todos debían de llegar.

Al parecer la tradición “dulce o travesura” (Trick or Treat), tiene su origen en la persecución que hicieron los protestantes en Inglaterra (1500-1700) contra los católicos. En este periodo en Inglaterra los católicos no tenían derechos legales: No podían ejercer ningún puesto público y los perseguían con multas, impuestos elevados y hasta cárcel. El celebrar misa era una ofensa capital y cientos de sacerdotes fueron martirizados.

Un incidente, producto de esta persecución y de la defensa del catolicismo fue el intento de hacer volar al rey protestante Jaime I y su Parlamento con “pólvora de cañón”, marcando así el inicio de un levantamiento católico contra sus opresores. Sin embargo el “Plan pólvora de cañón” (“Gunpowder Plot”) fue descubierto en Noviembre 5, 1605, cuando el que cuidaba la pólvora, un convertido descuidado, llamado Guy Fawkes, fue capturado y ahorcado. Esto generó una fiesta que muy pronto se convirtió en una gran celebración en Inglaterra (incluso hasta nuestros días). Muchas bandas de protestantes, ocultos con máscaras, celebraban esta fecha visitando a los católicos de la localidad y exigiéndoles cerveza y pasteles para su celebración, diciéndoles: “Trick or Treat”. Más tarde el “Día de Guy Fawkes” llegó a las colonias con los primeros colonos que llegaron a América trasladándose al 31 de octubre para unirla con la fiesta del Halloween. Podemos entonces darnos cuenta que la actual fiesta del “Halloween” es producto de la mezcla de muchas tradiciones que los inmigrantes trajeron a
los Estados Unidos desde los inicios del 1800, tradiciones que ya han quedado olvidadas en Europa pues solo tienen sentido en la integración que la cultura americana le ha dado en esta celebración.


NUEVOS ELEMENTOS DEL HALLOWEEN


Muy posiblemente, producto de su identificación con la fiesta de los Druidas, en la cual se “invocaba” a los muertos y los mismos sacerdotes servían de médium, esta celebración del 31 de Octubre, se ha ido identificando con diversos grupos “neo paganos” y peor aun con celebraciones satánicas y ocultistas.

El festival a “Samhain” llamado hoy en día el “festival de la muerte” es hoy reconocido por todos los satanistas, ocultistas y adoradores del diablo como víspera del año nuevo para la brujería. Anton LaVey, autor de la “La Biblia Satánica” y sumo sacerdote de la Iglesia de Satanás, dice que hay tres días importantes para los satanistas: (1). Su cumpleaños; (2). El 30 de Abril y (3). Y el mas importante el Halloween. LaVey dice que es en esta noche que los poderes satánicos, ocultos y de brujería están en su nivel de potencia más alto. Y que cualquier brujo u oculista que ha tenido dificultad con un hechizo o maldición normalmente puede tener éxito el 31 de Octubre, porque Satanás y sus poderes están en su punto más fuerte esta noche. Por otro lado el 31 de Octubre, de acuerdo a la enciclopedia “World Book” Halloween, es la víspera del año nuevo para la brujería y dice que es el principio de todo lo que es “frío, oscuro y muerto”.

Hollywood ha contribuido también a la distorsión de esta fiesta creando una serie de películas como “Halloween” en las cuales la violencia gráfica, los asesinatos, etc., crean en el espectador en estado de angustia y ansiedad (No podemos decir que estas películas son solo para adultos, pues es una realidad que dada nuestra cultura y el relajamiento en la censura pueden ser vistas, muchas de estas, incluso en la televisión comercial creando en los niños miedo y sobre todo una idea errónea de la realidad).

Esta fiesta se ha ligado de tal manera al ocultismo que es un hecho comprobado que la noche del 31 de Octubre en Irlanda, Estados Unidos, México y en muchos otros piases se realizan misas negras, cultos espiritistas, y otras reuniones relacionadas con el mal y el ocultismo. Podemos darnos cuenta, entonces que queriendo o no estos elementos, se han mezclado también en la celebración actual del Halloween y como producto de esta influencia, se han agregado a los disfraces, las tarjetas y todos los elementos comerciales: las brujas, los gatos negros, los vampiros, los fantasmas y toda clase de Monstruos terroríficos muchos de ellos con expresiones verdaderamente satánicas.
 
 
Pbro. Ernesto Caro 

Día de todos los muertos.


El Día de los Muertos se celebra en México el 2 de noviembre. En este día, las familias mexicanas van a los panteones, visitan las tumbas de sus familiares, las limpian y tal vez pintan las lápidas, ponen flores, especialmente flores de muerto (zempasuchil o maravillas) y encienden velas.

También en sus casas, las familias mexicanas hacen altares especiales, dedicados a sus familiares muertos. Los altares pueden ser desde muy sencillos hasta muy elaborados, usualmente llenos de objetos que daban placer en vida a la persona muerta, incluyendo la comida y bebida favorita. Los altares dedicados a las animas de los niños muertos incluyen juguetes, dulces y otras golosinas.

El Día de los Muertos se celebra en México el 2 de noviembre. En este día, las familias mexicanas van a los panteones, visitan las tumbas de sus familiares, las limpian y tal vez pintan las lápidas, ponen flores, especialmente flores de muerto (zempasuchil o maravillas) y encienden velas.

También en sus casas, las familias mexicanas hacen altares especiales, dedicados a sus familiares muertos. Los altares pueden ser de muy sencillos a muy elaborados, usualmente llenos de objetos que daban placer en vida a la persona muerta, incluyendo la comida y bebida favorita. Los altares dedicados a las ánimas de los niños muertos incluyen juguetes, dulces y otras golosinas.

Los altares u "ofrendas" también contienen objetos de figuras de azúcar o "alfeñique." Estos objetos pueden ser animalitos como borregos, platos de comida en miniatura (enchiladas de mole), ataúdes, a veces con calacas, y por supuesto, calaveras. Estas calaveras se hacen con una mezcla de agua hervida, azúcar glasé y limón, vaciado en unos moldes de barro, remojados en agua. Se decoran las calaveras con papel metálico para los ojos y un tipo de betún colorado para el cabello. Se pueden escribir nombres en las calaveras, y los niños mexicanos, muchas veces, intercambian estas calaveras con sus amigos.

También hay papel picado en las ofrendas. Esta arte de papel picado en México es una tradición muy antigua. El pueblito de San Salvador Huixcolotla, estado de Puebla, tiene fama por su arte fino de papel picado. Aunque el papel picado se usa como decoración en muchas fiestas mexicanas como bodas y bautizos, también este tipo de decoración, con temas del Día de los Muertos, es muy popular.


2. Origen del día de los muertos en México

La fiesta que celebramos los días 1 y 2 de Noviembre tiene orígenes prehispánicos. En todas las culturas del México antiguo (Mayas, Olmecas, Mexicas, etc.) la muerte ocupaba un lugar muy importante. Los antiguos mexicanos, igual que en las culturas europeas y orientales, pensaban que el Espíritu de los hombres era inmortal, esto es, que existía un lugar a donde iban a parar las almas de los muertos. Los Nahuas o Mexicas llamaron Mictlán a ese lugar.

A pesar de la similitud con la creencia cristiana, existen diferencias importantes. Una de ellas es que al Mictlán van todos los muertos sin importar como se portaron en este mundo (es decir, no existía el concepto de "buenos" y "malos", por lo tanto no se trataba de premios y castigos). Sin embargo, no todos los muertos eran iguales. Muchos de ellos se convertían en dioses, según hubiera sido su muerte. Los guerreros muertos en combate, se convertían en aves de plumaje muy colorido, que tenían la misión de acompañar al sol en su recorrido diario, especialmente al amanecer y en el atardecer.

Las mujeres que morían en su primer parto, recibían el nombre de Cihuateteo, y también tenían un lugar especial en el Mictlán. De esa manera los Mexicas rendían homenaje, tanto a la guerra como a la fertilidad (no debemos olvidar que fueron una civilización fundamentalmente guerrera). Los sacrificios humanos, también tenían una función ritual. Los prisioneros de guerra eran sacrificados porque pensaban que el sol necesitaba alimentarse con sangre para que tuviera la energía necesaria para que continuara su movimiento.

Pero el viaje a Mictlán era peligroso. Los muertos tenían que atravesar un río muy profundo, escalar montañas, pelear con fieras salvajes, etc. Por eso, cuando moría una persona era enterrada con un ofrenda, que consistía en cuchillos de obsidiana, comida y bebida suficiente para el viaje, un perro que los acompañara, y si el muerto era un personaje importante, lo enterraban con algunos sirvientes.

Durante la colonia, los misioneros cristianos trataron de erradicar esta costumbre. Lo único que consiguieron fue modificarla. La hicieron coincidir con la fiesta religiosa de "Todos los Santos".

Pero en la conciencia de los indígenas quedaron restos de su tradición original. La celebración actual conserva todavía el concepto de que los muertos no "mueren", sino que solamente se fueron a vivir a otro lado, y pueden recorrer el camino de regreso si tienen la comida suficiente para soportar la caminata. Por eso se ponen ofrendas en las casa. Es una forma de estimular a los seres queridos para que vengan a visitarnos de vez en cuando (esta es una idea que se contrapone con la idea universal de que los muertos "asustan". Las personas que amamos cuando vivían jamás podrán hacernos daño, y la mejor manera de recordarlas es invitándola a comer lo que a ellas más les gustaba. Esto sólo se da en México).

La muerte es el destino inexorable de toda vida humana y es natural que nos asuste y angustie su realidad, sobre todo cuando vemos de cerca el peligro de morir o cuando afecta a nuestros seres queridos.

Este resumen dedicado a la celebración del Día de Muertos tiene el propósito de acercar a niños y adultos con la idea de la muerte, para que la vayan aceptando como parte inevitable de la vida humana, conocer cómo algunas culturas antiguas también hacían ritos sobre la muerte; y fortalecer el carácter desde el punto de vista religioso.

Además, espero pueda ayudar a entender mejor la sensibilidad mexicana, nuestra manera tan particular entender y dar sentido a la celebración del Día de Muertos.

Más que el hecho de morir, importa más lo que sigue al morir. Ese otro mundo sobre el que hacemos representaciones, costumbres y tradiciones que se convierten en culturas, todas de igual importancia, pues ante el camino desconocido que la muerte nos señala, sólo es posible imaginarla con símbolos.


3. El culto a los muertos en otras culturas


En las culturas antiguas como la China y Egipcia el culto a los muertos es un símbolo de unidad familiar. Les rendían culto construyendo templos y pirámides.

En la cultura China por ejemplo, en los aniversarios, se quemaba incienso, se encendían candelas y colocaban ofrendas de alimentos sobre un altar. Eran los días en los que se recordaba las grandes deudas que se tenían con los antepasados.

Los antiguos egipcios creían que el individuo tenía dos espíritus. Cuando fallece, uno va al más allá y el segundo queda vagando en el espacio, por lo que tiene necesidad de comer. Consideraban que este espíritu vivía en el cuerpo que ellos cuidadosamente habían embalsamado, de esta manera el espíritu podía seguir existiendo. Este espíritu era quien recibía las ofrendas.


Los Aztecas Y El Culto A La Muerte

La fiesta de
muertos está vinculada con el calendario agrícola prehispánico, porque es la única fiesta que se celebraba cuando iniciaba la recolección o cosecha. Es decir, es el primer gran banquete después de la temporada de escasez de los meses anteriores y que se compartía hasta con los muertos.

En la cultura Náhuatl se consideraba que el destino del hombre era perecer. Este concepto se detecta en los escritos que sobre esa época se tienen. Por ejemplo, existe un poema del rey y poeta Netzahualcóyotl (1391-1472): Somos mortales / todos habremos de irnos, / todos habremos de morir en la tierra... / Como una pintura, / todos iremos borrando. / Como una flor, / nos iremos secando / aquí sobre la tierra... / Meditadlo, señores águilas y tigres, / aunque fuerais de jade, / aunque fuerais de oro, / también allá iréis / al lugar de los descansos. / Tendremos que despertar, / nadie habrá de quedar.

Este sentimiento de la representación del destino se debe entender en el sentido de que el pueblo azteca se concebían como soldados del Sol, cuyos ritos contribuían a fortalecer al Sol-Tonatiuh en su combate divino contra las estrellas, símbolos del mal y de la noche o de la oscuridad. Los aztecas ofrecían sacrificios a sus dioses y, en justa retribución, éstos derramaban sobre la humanidad la luz o el día y la lluvia para hacer crecer la vida.

El culto a la muerte es uno de los elementos básicos de la religión de los antiguos mexicanos. Creían que la muerte y la vida constituyen una unidad. Para los pueblos prehispánicos la muerte no es el fin de la existencia, es un camino de transición hacia algo mejor.
Esto salta a la vista en los símbolos que encontramos en su arquitectura, escultura y cerámicas, así como en los cantos poéticos donde se evidencia el dolor y la angustia que provoca el paso a la muerte, al Mictlán, lugar de los muertos o descarnados que esperan como destino más benigno los paraísos del Tlalocan.

[Atado de Caña]
[Mictlantecuhtli]
[Momia prehispánica]

Los aztecas dividían el tiempo en siglos de 52 años. Al final de cada ciclo, celebraban una ceremonia llamada "la atadura de los años". En la escultura, cada ciclo está representado por un "atado de cañas". Este atado esculpido en piedra simboliza el fin de un cliclo azteca.

Mictlantecuhtli era el dios de los muertos. Los que morían de muerte natural iban al "Mictlan"

Los habitantes de mesoamérica creían que después de morir, continuarían viviendo en otro modo. los muertos eran enterrados con toda case de objetos que pudieran serles útil en su viaje al Mictlan.

El sacrificio de muerte no es un propósito personal; la muerte se justifica en el bien colectivo, la continuidad de la creación; importa la salud del mundo y no entraña la salvación individual. Los muertos desaparecen para volver al mundo de las sombras, para fundirse al aire, al fuego y a la tierra; regresa a la esencia que anima el universo.

Los sacrificios humanos se consideran como el tributo que los pueblos vencedores pagaban a sus dioses, y ellos a su vez alimentaban la vida del universo y a su sociedad.

Por otro lado, cuando alguien moría, organizaban fiestas para ayudar al espíritu en su camino. Como en la antigua cultura egipcia, los antiguos mexicanos enterraban a sus muertos envueltos en un "petate", les ponían comida para cuando sintieran hambre, ya que su viaje por el Chignahuapan (del náhuatl: nueva apan, en el río; o "sobre los nueve ríos"), parecido al purgatorio, era muy difícil de transitar porque encontrarían lugares fríos y calurosos.


4. La celebración en la actualidad
Esta celebración conserva mucha de la influencia prehispánica del culto a los muertos, las encontramos en Tláhuac, Xochimilco y Mixquic, lugares cercanos a la ciudad de México. En el estado de Michoacán las ceremonias más importantes son las de los indios purépechas del famoso lago de Pátzcuaro, especialmente en la isla de Janitzio. Igualmente importantes son las ceremonias que se hacen en poblados del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y en Cuetzalán, Puebla.

Sobre sus altares encienden velas de cera, queman incienso en bracerillos de barro cocido, colocan imágenes cristianas: un crucifijo y la virgen de Guadalupe. Ponen retratos de sus seres fallecidos. En platos de barro cocido se colocan los alimentos, estos son productos que generalmente ahí se consumen, platillos propios de la región. Bebidas embriagantes o vasos con agua, jugos de frutas, panes de muerto, adornados con azúcar roja que simula la sangre. Galletas, frutas de horno y dulces hechos con calabaza.


Sentido Mexicano De La Muerte

En el México contemporáneo tenemos un sentimiento especial ante el fenómeno natural que es la muerte y el dolor que nos produce. La muerte es como un espejo que refleja la forma en que hemos vivido y nuestro arrepentimiento. Cuando la muerte llega, nos ilumina la vida. Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo la vida, "dime como mueres y te diré como
eres".

Haciendo una confrontación de los cultos prehispánicos y la religión cristiana, se sostiene que la muerte no es el fin natural de la vida, sino fase de un ciclo infinito. Vida, muerte y resurrección son los estadios del proceso que nos enseña la religión Cristiana. De acuerdo con el concepto prehispánico de la muerte, el sacrificio de la muerte -el acto de morir- es el acceder al proceso creador que da la vida. El cuerpo muere y el espíritu es entregado a Dios (a los dioses) como la deuda contraída por habernos dado la vida.

Pero el cristianismo modifica el sacrificio de la muerte. La muerte y la salvación se vuelven personales, para los cristianos el individuo es el que cuenta.

Las creencias vuelven a unirse en cuanto que la vida sólo se justifica y trasciende cuando se realiza en la muerte. La creencia de la muerte es el fin inevitable de un proceso natural. Lo vemos todos los días, las flores nacen y después mueren. Los animales nacen y después mueren. Nosotros nacemos, crecemos, nos reproducimos en nuestros hijos, después nos hacemos viejos y morimos. A menudo en un accidente perdemos a nuestros seres queridos, un amigo, un hijo o un hermano. Es un hecho que la muerte existe, pero nadie piensa en su propia muerte. En las culturas contemporáneas la "muerte" es una palabra que no se pronuncia. Los mexicanos tampoco pensamos en nuestra propia muerte, pero no le tenemos miedo porque la fe religiosa nos da la fuerza para reconocerla y porque quizas también somos un poco indiferentes a la vida, supongo que así es como nos justificamos.

El desprecio, el miedo y el dolor que sentimos hacia la muerte se unen al culto que le profesamos. Es decir, que la muerte puede ser una venganza a la vida, porque nos libera de aquellas vanidades con las que vivimos y nos convierte, al final, a todos por igual en lo que somos, un montón de huesos.

Entonces la muerte se vuelve jocosa e irónica, la llamamos "calaca", "huesuda", "dentona", la "flaca", la "parca". Al hecho de morir de damos definiciones como "petatearse", "estirar la pata", "pelarse" morirse. Estas expresiones son permiten jugar y en tono de burla hacer refranes y versos.

En nuestros juegos está presente con las calaveritas de azúcar o recortes de papel, esqueletos coloridos, piñatas de esqueletos, títeres de esqueletos y cuando hacemos dibujos en caricaturas o historietas.


El altar para el difunto.

En algunos hogares de México es costumbre poner el altar de muertos.

Antiguamente se ponía en la sala de la casa, a la vista de los visitantes y amigos. Hoy en día los podemos encontrar en el área más íntima de la casa.

La ofrenda del día de muertos es la esperanza viva de convivir al menos por un día con quienes desde lejos, de un lugar muy lejano y remoto, se les permite regresar a la tierra, aquí, a esta tierra de sabores, olores, colores, sonidos y texturas... donde tienen que reaprender los sentidos y experiencias que ya no les son útiles, o al menos, compartir con nuestros elementos, aquellos que seguramente también tuvieron alguna vez como nosotros, y es nuestra forma, única posible conocida, de asegurar la comunión en la festividad.

Por eso el color amarillo de la flor de zempaxochitl, para que puedan verlo con su mínima vista, y es entonces el camino de flores la guía primera que conduce al convite en la casa, donde el altar espera su llegada. Y necesario es también reconocer el olor de la propia casa, para que se sientan a gusto, para que se identifiquen y puedan disfrutar la estancia en el lugar de sus recuerdos. Por eso se recurre al uso del somerio o incienso, que debe ser encendido desde la propia casa y fundir ambos olores, para luego ser llevado al exterior, y así evitar que se pierda en el camino que ha de traerle de vuelta al hogar. Se dice además que el olfato es el único de los sentidos que se utilizan en el más allá, y se desarrolla para facilitar el regreso guiado por el aroma de la propia vivienda.

Pero no es solo el recuerdo de los sentidos y la vida terrena lo que permite la comunión. Es también necesario recordarles el mundo tal y como ellos lo conocieron, el mundo que abandonaron, tan lleno de materia, tan sensorial.

Se requiere la presencia entonces de los cuatro elementos con los que todo está formado, en conjunción: Agua, tierra, viento y fuego. Ninguna ofrenda puede estar completa si falta alguno de estos elementos, y su representación simbólica es parte fundamental de la ofrenda.

El agua, fuente de vida, en un vaso para que al llegar puedan saciar su sed, después del largo camino recorrido. El pan, elaborado con los productos que da la tierra, para que puedan saciar su hambre. El viento, que mueve el papel picado y de colores que adorna y da alegría a la mesa. El fuego, que todo lo purifica, y es en forma de veladora como invocamos a nuestros difuntos al encenderla y decir su nombre.
Luego, presentar los manjares que se preparan especialmente es el ágape en mayor esplendor de toda la fiesta. Dependiendo de los recursos y la zona geográfica, rondan los tamales y los buñuelos, el café y el atole, los frijoles y las corundas, el mole y las enchiladas, comida que el difunto acostumbraba y "que no se te vaya a olvidar aquel guisado que tanto le gustaba a tu abuelo, ya ves que siempre se lo hemos puesto en su altar". Hay que servir los alimentos calientes, para que despidan más olor, y puedan así disfrutar del banquete.

No puede faltar la foto de la abuela, el sombrero del tío o la sonaja con la que el bebe no jugó. Calaveras de azúcar con los nombres de los convidados y calabaza en tacha, dulce típico de la época. Imágenes de santos, para que los acompañen y guíen por el buen camino de regreso.

Para los niños, dulces y fruta, para los adultos, cigarros y tequila. Para todos, la esperanza de tenerlos en la mesa una vez más, compartiendo un breve instante de tiempo, de nuestro tiempo como nosotros al fin lo conocemos...


5. La Calaca


La muerte no siempre es solemnidad, se juega con ella, "...se invita a la "calaca" para que sea nuestra burla con versos que satirizan a todo y a todos"

También nos la comemos en las calaveritas de azúcar que traen los nombres de las futuras víctimas, o bien saboreamos los huesos de la "pelona" sopeados en un espeso chocolate cuando comemos el pan de muertos. Las calaverias de azucar son las que se colocan en los altares, es común que en este día se hagan regalos de esta clase.

El Día de Muertos es una celebración anual de raíces prehispánicas y modalidad cristiana, que se lleva a cabo el día 2 de noviembre para conmemorar a los fieles difuntos. Aunque presenta múltiples manifestaciones según la región en que se practique, es muy común encontrar en los hogares mexicanos altares que permanecen varios días, adornados con papel picado y flores de cempasúchil, en los que se colocan, además de velas y veladoras, imágenes de santos o de difuntos y ofrendas consistentes en platillos típicos de la zona (tamales, moles, atoles y en general todos aquellos que prefirieron los difuntos). Esta tradición se basa en la creencia de que en esta época del año las "almas" de los muertos pueden visitar a sus parientes de este mundo; las luces de las veladoras hacen las veces de faros que guían a cada una hasta su altar respectivo, para que al llegar a éste pueda consumir lo que se les ha preparado.

Se cree que si se prueban los alimentos una vez que el "alma" ha visitado su altar, éstos carecen de olor o de sabor, debido a que el espíritu ha consumido su "esencia". A los panteones también se llevan alimentos, flores de cempasúchil y veladoras que se colocan sobre las tumbas, con el mismo sentido que en los altares domésticos.

A pesar de tener como base la celebración cristiana de Todos Santos y los Fieles Difuntos, esta tradición parece conservar elementos de las ceremonias indígenas de los meses ochpaniztli y teotleco, durante las cuales se ofrendaban a los manes flores de cempasúchil y tamales de maíz, en una época del año en que acaban de levantarse las cosechas: fines de octubre y principios de noviembre. Hoy, al igual que en tiempos prehispánicos, se lleva a cabo esta celebración de manera festiva, pues conlleva la idea de renovación de la fertilidad. Se concede cierta "libertad de carnaval", ostensible en muchas obras del arte popular, así como en las "calaveras" , pequeños versos satíricos en que los temas centrales son la política y los políticos, los personajes populares y los amigos, siempre acompañados por "la pelona", "la flaca" u otros epítetos de la muerte, que nunca aparece con un tinte macabro. Además, en esos días se consume "pan de muerto", hogazas de forma semiesférica adornadas con "huesos" y "lágrimas" de la misma pasta; dulce de calabaza y "calaveras" de azúcar que llevan nombres propios y son un regalo común.

martes, 25 de octubre de 2011

Sólo semillas.

 

Cuentan que un joven paseaba una vez por una ciudad desconocida, cuando, de pronto, se encontró con un comercio sobre cuya marquesina se leía un extraño rótulo: "La Felicidad".

Al entrar descubrió que, tras los mostradores, quienes despachaban eran ángeles. Y, medio asustado, se acercó a uno de ellos y le preguntó.

- "Por favor, ¿qué venden aquí ustedes?"

- "¿Aquí? -respondió el ángel-. Aquí vendemos absolutamente de todo".

"¡Ah! - dijo asombrado el joven -. Sírvanme entonces el fin de todas las guerras del mundo; muchas toneladas de amor entre los hombres; un gran bidón de comprensión entre las familias; más tiempo de los padres para jugar con sus hijos..."

Y así prosiguió hasta que el ángel, muy respetuoso, le cortó la palabra y le dijo: "Perdone usted, señor. Creo que no me he explicado bien. Aquí no vendemos frutos, sino semillas."

Diálogo entre santanas y Jesús.

SatanascontraJesus.jpg (53029 bytes)




Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de venir justamente del Jardín del Edén y estaba gozándose y jactándose.
- ¡Sí, señor! Sorprendí al mundo lleno de gente perdida. Les puse una trampa, usé un anzuelo que estoy seguro no podrán resistir. ¡¡¡Los tendré a todos!!!
- "¿Qué vas a hacer con ellos?" - le preguntó Jesús -.
- "¡Me voy a divertir! - contestó Satanás -. "Les enseñaré cómo casarse y divorciarse, cómo odiarse y abusar el uno del otro, cómo excederse bebiendo y fumando, cómo blasfemar. Les enseñaré a inventar armas y bombas para que se maten entre ellos. Les enseñaré a crear programas de televisión que corrompan a los jóvenes. ¡Realmente me divertiré!"

- "¿Y qué vas a hacer con ellos cuando hayas terminado?" - preguntó Jesús -.
- "¡Los mataré!" - respondió Satanás orgullosamente -.
- "¿Cuánto quieres por ellos?" - preguntó Jesús -.
- "No, tú no quieres a esa gente. Ellos no son buenos. ¿Por qué los querrías si ellos te odian? ¡Te escupirán y te matarán! ¡¡Tú no quieres a esa gente!!"
- "¿Cuánto?" - preguntó nuevamente Jesús -.
- "Todas tus lágrimas y toda tu sangre" - Satanás respondió a Jesús burlándose-.
- "¡HECHO!" - dijo Jesús -.
Entonces, Él pagó el precio.

lunes, 24 de octubre de 2011

Lo principal.


 


















Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que salía de adentro y le decía: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal, después de que salgas la puerta se cerrará para siempre, por lo tanto aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal...". La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro, por las joyas, puso al bebé en el piso y empezó a juntar ansiosamente todo lo que podía, en su delantal. La voz misteriosa habló nuevamente: "Tienes sólo cuatro minutos..." Agotados los cuatro minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró, recordó entonces que su bebé quedó adentro y la puerta estaba cerrada para siempre... La riqueza duró poco y la desesperación toda la vida.


Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte "no te olvides de lo principal"... Y lo principal son los valores espirituales, la oración, la familia, los amigos, la vida. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre lo dejamos de lado... Así agotamos nuestro tiempo aquí y dejamos a un lado lo esencial: "Los tesoros del alma" . El tiempo pasa; ¡ la eternidad se acerca !

"No te prometo la felicidad ni aquí ni ahora..." decía Nuestra Señora a Santa Bernardita en Lourdes, la cual sufrió mucho, pero amando a Nuestro Señor Jesucristo, jamás nos olvidemos que la vida en este mundo pasa rápido, que la muerte llega, y cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones. Ahora es la misericordia. no quites tus ojos de lo más importante que es Dios, de su amor hacia nosotros, (expresado, de modo especialísimo, en el santo sacrificio) de mostrar verdadero amor hacia los demás...(por Dios) y no desvíes tu vista ni pierdas tu tiempo en cosas de valor pasajero...

domingo, 23 de octubre de 2011

Fracasar es distinto a sentirse fracasado.


En la búsqueda de la efectividad personal es muy importante la interpretación que hagamos del “fracaso”. Igual que cualquier interpretación, ella nos deja un espacio disponible para el pensamiento y para la acción. Por lo general no somos conscientes de estos espacios y tenemos interpretaciones que no nos ayudan en el logro de nuestros objetivos.
“Cuando fracasas y te caes o te equivocas en algo, puedes desistir. Pero si te levantas una vez más de las que te caes y aprendes de tu error cada vez que te equivocas, el éxito te estará esperando. Porque el levantarte y volver a empezar será la posibilidad de tu propia elección”
Considerar “fracaso” a una situación, simplemente nos mal predispone a las acciones futuras y ¿para qué? Si pensar en “fracaso” es solamente una interpretación que hacemos de los hechos. No es como son las cosas. Te lo muestro con un ejemplo: Hago una promoción que no funciona como yo esperaba.
El hecho es: esta promoción hecha de esta manera y en este momento no me dio los resultados que yo espero hoy.
La interpretación negativa podría ser: Fracasé, o lo que es peor aún, “soy un fracaso”.
La interpretación positiva podría ser: esta promoción hecha de esta manera en este momento no me dio los resultados que yo espero hoy.
¿Y si hiciera otro tipo de promoción?
¿Y si la hiciera de otra manera?
¿Y si la hiciera en otro momento?
¿Y si la dirigiera a otro grupo de gente?
¿Y si solicitara ayuda a un especialista?
¿Qué me muestra el que no haya funcionado?
¿Qué aprendizaje me queda de esta situación?
Patricia Hashuel

Puede ser maravillosamente diferente.


Los seres humanos tenemos necesidades básicas. Las compartimos con todos, independiente de la edad, la raza, la cultura o el sexo. Una de ellas es la necesidad de ser apreciado.
Si le manifestamos aprecio a alguien, le alegramos el día. Si varios le manifiestan aprecio, la persona se emocionará hasta las lágrimas. Quizás a ti mismo te haya sucedido.
Estoy seguro que en tu vida hay muchas personas que tú aprecias, que han significado algo importante en algún momento de tu vida. La pregunta es: ¿les has manifestado tu aprecio?
Si eres de las personas que va por el mundo esperando que los demás te aprecien y reconozcan, es normal. Estás en la inmensa mayoría. Lo novedoso es que puedes ser maravillosamente diferente. Puedes ir por el mundo buscando personas a quien manifestar tu aprecio. ¡Esto es revolucionario!
No estarás, como todos los demás, esperando que alguien te manifieste aprecio, sino que tú les dirás a los demás que los aprecias. Si lo haces con sinceridad, obrarás milagros. Tu vida y la de los demás será mucho más dichosa.

Autor: Sergio Valdivia

La felicidad fluye de las acciones diarias.

De nuestra vida tienen que fluid, ríos de agua viva.





La felicidad es el destino del hombre. Todos apetecemos durables goces y placeres. Si nos preguntaran cuáles son nuestros tres más ardientes anhelos, la mayoría responderíamos: salud, riqueza y felicidad; pero si la pregunta se contrajese al supremo anhelo, la mayor parte lo cifrarían en la felicidad.
Verdaderamente todo ser humano anda en perpetua busqueda de la felicidad, pues aun sin darnos cuenta nos asalta este poderoso incentivo. Todos. nos esforzamos en mejorar las condiciones de nuestra vida para vivir con algún mayor desahogo, creyendo que esto ha de darnos la felicidad.
Poco a poco, procuramos emanciparnos de tareas ingratas y duras; pero aun cuando desde los albores de la historia haya ido la raza humana en busca de la felicidad ¡cuán pocos la poseyeron y cuán menos supieron lo que es!
Quien fue en busca de la felicidad no la halló donde la buscaba; pues nadie puede hallarla si va en pos de ella, porque dimana de las acciones y no es producto de caza como las reses acosadas por los ojeadores.
Tan sencilla es la verdadera felicidad, que la mayor parte de las gentes no reparan en ella. Es hija de lo más humilde, tranquilo y modesto que en el mundo existe.
La felicidad no mora entre los ruines ideales del egoísmo, ociosidad y discordia. Por el contrario, es amiga de la armonía, de la verdad, belleza, cariño y sencillez. Multitud de hombres alegan riquezas, pero a costa de su impotencia para disfrutarlas.
Orison Swett M.

Mi hijo nació con síndrome de down.

Síndrome de Down




MI HIJO NACIÓ CON SÍNDROME DE DOWN
Hace poco nació nuestro sexto hijo, Miguel. Cuando estaba en el quinto mes de gestación, detectaron que el feto tenía un problema cardíaco: tenía un canal aurículo-ventricular, es decir, el tabique que divide el corazón entre aurículas y ventrículos no estaba formado del todo; además, sólo tiene una válvula, en lugar de las dos que debe haber.
Lo primero que me auguraron fue, que el niño no llegaría a nacer, dada la gravedad de la lesión.

De todos modos, me dijeron que debía visitar a un cardiólogo, y me recomendaron que me pusiera en contacto con el jefe de cardiología del Hospital de San Juan de Dios, pues tiene el mejor equipo de cardiólogos probablemente de España. Tan pronto hablé con el cardiólogo, éste me tranquilizó, pues me indicó que esta lesión, aunque grave, no era mortal, y que tenía solución quirúrgica. Que su equipo había intervenido con éxito muchos niños con esa misma lesión, y que con una sola operación, que se suele realizar entre los seis meses y el año de vida del niño, se soluciona el problema para toda la vida. También me comentó que ese tipo de lesiones, suele ir asociado a niños con síndrome de Down en un cincuenta por ciento de los casos, así que debíamos estar preparados por si era éste nuestro caso.

Pasaron los meses, me fueron controlando el embarazo y la cardiopatía desde San Juan de Dios, y por fin nació el niño en este hospital. Lo ingresaron en la unidad de neonatos, para tenerlo en observación, pues según me dijeron, este tipo de lesión provoca que, en un momento dado, haya un excesivo riego sanguíneo hacia los pulmones, y se produzca entonces un bloqueo pulmonar, lo que hace que el niño tenga dificultades respiratorias importantes. Se confirmó que Miguel tiene síndrome de Down. Como me dijeron que existía un riesgo para la vida del niño, pues el riesgo siempre existe en estos casos, lo bautizamos a los cuatro días de vida en el mismo hospital, para lo cual, tanto los pediatras como los hermanos y la encargada del servicio religioso de San Juan de Dios, nos dieron todo tipo de facilidades. Incluso nos dejaron sacar al niño de la unidad de neonatos el ratito que duró el bautizo, para poder realizar la ceremonia en la capilla. Así, en familia, en la más estricta intimidad, el padre Turú bautizó a mi hijo Miguel Rafael.

Pasó quince días ingresado, sin que el anunciado bloqueo pulmonar se produjese, y visto que el niño se mantenía estable, le dieron el alta.

Lo siguen controlando a menudo pediatras y cardiólogos, y el niño sigue estable. Sólo hay que esperar a los seis meses para poderlo operar.

Desde que supe que nuestro hijo tenía estos problemas, lo encomendé al padre Alba, no sólo para que intercediese por Miguel, sino para que rogase a Dios que nos diese la gracia necesaria para aceptar su voluntad, tanto si se llevaba al cielo a Miguel como si quería conservárnoslo.

Dios nos ha querido hacer un regalo con este hijo. Dios nos ha regalado un alma pura, inocente, que sabemos seguro que irá al cielo. ¿Sabéis qué tranquilidad, qué alegría da saber que tenemos uno de esos ángeles en la tierra? Mi madre siempre dice que Dios crea esas almas puras para tenerlas seguras a su lado; son almas privilegiadas, muy amadas de Dios. Por eso, lo que para algunos sería una desgracia, para nosotros no es más que una bendición de Dios.

Una vez más, pero esta vez muy en especial, gracias, Dios mío.
Texto extraído de la revista Ave María, nº 686

Creatividad ante los problemas.



CREATIVIDAD ANTE LOS PROBLEMAS
  Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.

En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas oportunidades de escapar al terrible veredicto ....¡la horca!
El Juez, también confabulado, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo. Por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de Él tu destino vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino".

Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE" y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, invocando al Señor su ayuda, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente: "¿Pero qué hizo?, ¿y ahora? ¿cómo vamos a saber el veredicto?".

"Es muy sencillo, respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué". Con rezongos y enojo mal disimulado, liberaron al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Sé creativo. Cuando todo parezca perdido, pídele al Señor que te ilumine para usar tu imaginación.

"En los momentos de crisis, solo la imaginación es mas importante que el conocimiento." Albert Einstein

La olla.

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LA OLLA

Un día, un experto en administración del tiempo estaba hablando a un grupo de estudiantes y buscó una serie de acciones para sus comentarios, de forma que a los jóvenes se les quedara la idea en su mente para siempre. El experto se colocó enfrente de todos con una olla de cerámica con boca ancha. La colocó sobre la mesa y tomó una docena de piedras grandes y las fue colocando dentro de la olla. Cuando la olla estuvo llena y no cabía una piedra más, preguntó: "¿Está llena la olla?
Todos en la clase contestaron: "siiiiiii"

Dijo él: ¿De verdad? Entonces tomó un cubo con grava y empezó a vaciar su contenido en la olla hasta que ésta se fue colocando en los huecos que existían entre las piedras más grandes hasta que ya no pudo entrar una más. El pregunto: "¿está llena ahora?" Alguien del grupo contestó:"Probablemente no" "¡Bien!" exclamó. Enseguida tomo una cubeta con arena y la vacío dentro de la olla de tal manera que la arena cubrió los huecos dejados por las piedras y la grava y ya no cupo más.
Preguntó: " ¿está llena ahora?"
"¡Nooo!" exclamó el grupo
¡Excelente! - les dijo, a la vez que vaciaba una jarra con agua en el interior y ésta era absorbida por la arena. "¿Cuál es la moraleja de este ejemplo?"
Un estudiante comentó: La moraleja es que no importa cuán llena esté tu agenda, si te esfuerzas habrá cabida para algo más.

"No, -contestó el experto-. La moraleja que nos ilustra esto es que si no colocas las piedras grandes en primer lugar, no podrás hacerlo después" ¿Qué son para ustedes las piedras grandes en su vida? ¿Un proyecto pendiente de lograr? ¿Tiempo de calidad con tu familia? ¿Tu fe? ¿Una causa justa? ¿Tus finanzas? ¿Tus estudios?
Recuerden: "Pongan las piedras grandes de su vida primero, ya que no podrán colocarlas después"

Sepultados vivos.











    

 En una población de Sajonia (Alemania), llamada Ponikau, se hallaban dos hermanos haciendo excavaciones en un pozo. Cierto día, a causa de las muchas lluvias, hubo un desprendimiento de tierra y quedaron sepultados. Otro hermano suyo, que trabajaba allí cerca, acudió presuroso y empezó los trabajos de salvamento, con el ardor y ansia que es de suponer.
Al cabo de muy duras e infructuosas fatigas, creyendo, por el tiempo transcurrido y por no oír ningún rumor de vida, que sus pobres hermanos habían fallecido, se decidió a rellenar el pozo y a colocar una lápida en su memoria.
Al conocer la madre la resolución tomada, acudió al punto y con llantos y requerimientos, logró que se prosiguieran las excavaciones.
Todos consideraban inútiles los trabajos, por haber pasado ya ocho días; pero quisieron condescender con los anhelos de su madre, que deseaba ver siquiera los cadáveres de sus dos hijos. Al fin dieron con los infelices que se hallaban en un gran extremo de agotamiento; pero aún con vida. Decían haber oído distintamente las voces y ruidos de los trabajos de salvamento; pero que como tenían el cuerpo tan exhausto y la voluntad tan rendida al desmayo, no acertaban a contestar.

Al ser interrogados sobre cómo habían podido resistir aquellos ochos días, comentaron que bebían el agua que rezumaban las paredes de su lóbrego encierro y mordisqueaban las correas y zapatos que llevaban. El amor de su madre los salvó.
Lo mismo acontece con muchos pecadores, hundidos en el fango de los vicios. Todas las fatigas de los hombres para conducirlos al buen camino, son vanas. Del fondo de la profunda sima en que cayeron no viene ya ningún rumor de vida; parecen muertos a la gracia para siempre.
Pero hay una Madre, que vela por ellos, y es la Virgen María. Si Ella intercede en su favor e implora de Jesucristo la salvación de aquellos hijos descarriados, se operará el milagro de los milagros: recobrarán la vida espiritual de la gracia, que les hará acreedores a la vida eterna de la gloria

El herrero.

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Lynell Waterman cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida. Muy por el contrario: sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día. 
Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó:
- Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado.
El herrero no respondió enseguida: él ya había pensado en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida. Sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a
hablar y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:
- "En este taller, yo recibo el acero aún sin trabajar y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú como se hace esto? Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone roja. Enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada. Luego la sumerjo en un balde de agua fría y el taller entero se llena con el ruido del vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura. Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta: una sola vez no es suficiente".

El herrero hizo una larga pausa, encendió un cigarrillo y siguió:
- "A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada. Y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de hierro viejo que ves a la entrada de mi herrería.

Hizo otra pausa más, y el herrero terminó:
-Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: "Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí.
Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de hierro viejo de las almas".

Tu verdad mídela en tu capacidad de dar amor incondicional a pesar de tu soledad y del vacío del mundo. Que Dios te acompañe en tu búsqueda.

Los pensamientos positivos capacitan.


Los pensamientos positivos son los únicos que nos permiten acumular fuerza interior y nos capacitan a ser constructivos. Los pensamientos positivos son los que siempre dan beneficio en todas las situaciones sin atraparnos en la apariencia externa de una situación.
Pensar positivamente no significa que ignoremos la realidad a nuestro alrededor y pretender vivir en lo irreal o pretender ser otro. Pensar positivamente significa ver los problemas y reconocer su realidad, pero al mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones a ese problema.
A menudo, esto requiere tolerancia, paciencia y sentido común. Es fácil ser pesimista, así como ser optimista, pero necesitamos ser muy cuidadosos y maduros si queremos ser realistas. Una persona que piensa positivamente será consciente de las debilidades de los demás a su alrededor pero aún así dirigirá su atención hacia las buenas tendencias de los demás.
Los pensamientos positivos nos dan el sentimiento de sentirnos contentos interiormente y gracias a esto nuestras expectativas hacia los demás disminuyen cada vez más. Esto no significa que no nos importen, sino que dejamos de pedirles amor, respeto, reconocimiento, etc. y hacemos que la relación sea más ligera. Éste es el mejor método para crear relaciones duraderas y armoniosas.
También cuando estamos contentos interiormente tenemos la fortaleza para aceptar a los demás tal como son sin querer cambiarles como nosotros pensamos que sería correcto. Junto a esto somos capaces de darnos tal como somos, con nuestros talentos positivos y nuestras limitaciones, sin pretender otra cosa.”
Anthony Strano

El significado de los colores.

Amarillo:

El amarillo simboliza la luz del sol. Representa la alegría, la felicidad, la inteligencia y la energía.

El amarillo sugiere el efecto de entrar en calor, provoca alegría, estimula la actividad mental y genera energía muscular. Con frecuencia se le asocia a la comida.

El amarillo puro y brillante es un reclamo de atención, por lo que es frecuente que los taxis sean de este color en algunas ciudades. En exceso, puede tener un efecto perturbador, inquietante. Es conocido que los bebés lloran más en habitaciones amarillas.

En exceso, puede tener un efecto perturbador, inquietante. Es conocido que los bebés lloran más en habitaciones amarillas.




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Mezclando el rojo y verde se hace amarillo y si usas naranja con verde da uno tono mas oscuro.


Verde:

Éste es el color de la naturaleza, toda la gama de verdes, como dice la canción... y mil distintos tonos de verde... desde el verde pálido de la hierba fresca de primavera y las hojas nuevas hasta el verde intenso del bosque centenario.



Mezclando azul y amarillo da el color verde...


Negro: 

El negro representa el poder, la elegancia, la formalidad, la muerte y el misterio.

Es el color más enigmático y se asocia al miedo y a lo desconocido ("el futuro se presenta muy negro", "agujeros negros"...).

El negro representa también autoridad, fortaleza, intransigencia. También se asocia al prestigio y la seriedad.

En heráldica el negro representa el dolor y la pena.

En una página web puede dar imágen de elegancia, y aumenta la sensación de profundidad y perspectiva. Sin embargo, no es recomendable utilizarlo como fondo ya que disminuye la legibilidad.

Mezclando gris y blanco da negro seguro que no...

Violeta:

El individuo con color violeta es una persona especialmente espiritual. Las cosas del mundo no parecen preocuparle demasiado, sin embargo sí está muy pendiente de su crecimiento personal. Esta espiritualidad la pueden desarrollar de maneras muy diferentes. Algunos se convierten en personas muy religiosas, otros emprenden el camino de la meditación y otros simplemente desean conocerse mejor.



Mezclando azul y rojo da violeta..

Rojo:

El color rojo es el del fuego y el de la sangre, por lo que se le asocia al peligro, la guerra, la energía, la fortaleza, la determinación, así como a la pasión, al deseo y al amor.

Es un color muy intenso a nivel emocional. Mejora el metabolismo humano, aumenta el ritmo respiratorio y eleva la presión sanguínea.

Tiene una visibilidad muy alta, por lo que se suele utilizar en avisos importantes, prohibiciones y llamadas de precaución.

Trae el texto o las imagenes con este color a primer plano resaltándolas sobre el resto de colores. Es muy recomendable para connminar a las personas a tomar decisiones rápidas durante su estancia en un sitio web.

En publicidad se utiliza el rojo para provocar sentimientos eróticos. Símbolos como labios o uñas rojos, zapatos, vestidos, etc., son arquetipos en la comunicación visual sugerente.
El rojo es el color para indicar peligro por antonomasia.



Azul:

El azul es el color del cielo y del mar, por lo que se suele asociar con la estabilidad y la profundidad.

Representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad y el cielo eterno.

Se le considera un color beneficioso tanto para el cuerpo como para la mente. Retarda el metabolismo y produce un efecto relajante. Es un color fuertemente ligado a la tranquilidad y la calma.

En heráldica el azul simboliza la sinceridad y la piedad.

Es muy adecuado para presentar productos relacionados con la limpieza (personal, hogar o industrial).



Mezclandoentre un celeste y un negro da azul...

Naranja:

El naranja combina la energía del rojo con la felicidad del amarillo. Se le asocia a la alrgría, el sol brillante y el trópico.

Representa el entusiasmo, la felicidad, la atracción, la creatividad, la determinación, el éxito, el ánimo y el estímulo.

Es un color muy caliente, por lo que produce sensación de calor. Sin embargo, el naranja no es un color agresivo como el rojo.
La visión del color naranja produce la sensación de mayor aporte de oxígeno al cerebro, produciendo un efecto vigorizante y de estimulación de la actividad mental.



Mezclando rojo y amarillo da naranja...

Blanco:

El blanco se asocia a la luz, la bondad, la inocencia, la pureza y la virginidad. Se le considera el color de la perfección.

El blanco significa seguridad, pureza y limpieza. A diferencia del negro, el blanco por lo general tiene una connotación positiva. Puede representar un inicio afortunado.

En heráldica, el blanco representa fe y pureza.

En publicidad, al blanco se le asocia con la frescura y la limpieza porque es el color de nieve. En la promoción de productos de alta tecnología, el blanco puede utilizarse para comunicar simplicidad.


Purpura:

Purpura aporta la estabilidad del azul y la energía del rojo.

Se asocia a la realeza y simboliza poder, nobleza, lujo y ambición. Sugiere riqueza y extravagancia.

El color púrpura también está asociado con la sabiduría, la creatividad, la independencia, la dignidad.

Hay encuestas que indican que es el color preferido del 75% de los niños antes de la adolescencia. El púrpura representa la magia y el misterio.

Debido a que es un color muy poco frecuente en la naturaleza, hay quien opina que es un color artificial.

El púrpura brillante es un color ideal para diseños drigidos a la mujer. También es muy adecuado para promocionar artículos dirigidos a los niños.



Epero les haya gustado mi post

fuente:
http://www.webusable.com/coloursMean.htm

sábado, 22 de octubre de 2011

La felicidad eres tú.


Para ser feliz no has de hacer nada, ni conseguir nada, sino deshacerte de falsas ideas, ilusiones y fantasías que no te dejan ver la realidad. Eso sólo se consigue manteniéndote despierto y llamando a las cosas por su nombre.
Tú ya eres felicidad, eres la felicidad y el amor, pero no lo ves porque estás dormido. Nos han programado para ser felices o infelices (según aprieten el botón de la alabanza o de la crítica), y esto es lo que te tiene confundido. Has de darte cuenta de esto, salir de la programación y llamar a cada cosa por su nombre.
Tanto la enfermedad, necesidad de sentirme querido, como la medicina que se ansía, el amor recibido, están basados en premisas falsas. Necesidad emocional para conseguir la felicidad en el exterior, no hay ninguna; puesto que tú eres el amor y la felicidad en ti mismo. Sólo mostrando ese amor y gozándote en él vas a ser realmente feliz, sin apegos ni deseos, puesto que tienes en ti todos los elementos para ser feliz.
La respuesta de amor del exterior agrada y estimula, pero no te da más felicidad de la que tú dispones, pues tú eres toda la felicidad que seas capaz de desarrollar.
Anthony de Mello

La admiración: un camino hacia la excelencia.


La admiración es la capacidad de asombro que manifestamos ante el éxito de los demás. La envidia es el dolor profundo que nos corroe y enferma ante el triunfo ajeno.
La admiración es la facultad superior que solamente poseen quienes aprenden de los triunfadores. La envidia es la característica principal de los soberbios y constante permanente de los mediocres.
La admiración es el requisito indispensable para disfrutar de las manifestaciones de la creación. La envidia en cambio, siempre observa aquello que invalida la perfección espontánea.
La admiración es el éxtasis sublime ante lo desconocido, sentimiento que alimenta al descubridor y alienta al investigador. La envidia lo explica todo con una simplicidad aberrante y con una lógica sin sentido.
La admiración aprecia el esfuerzo y la tenacidad sincera. La envidia descalifica el sacrificio y la entrega, justificando el éxito como producto de la casualidad o la buena suerte.
La admiración estimula al líder para aprender, emular, luchar, lo reta, lo anima, lo ennoblece. Para los mediocres, la envidia es la fuente principal para resentirse, vengarse, justificarse, y encerrarse en sí mismos.
El líder de excelencia se admira al contemplar el crecimiento de sus seguidores, y ve justificados sus esfuerzos por transmitir sabiduría. En cambio, el envidioso esconde en lo más hondo de sus conocimientos y le duele profundamente que lo superen sus subordinados.
El líder de excelencia está consciente que su grandeza radica en su capacidad de desarrollar seres superiores, sabe que en su capacidad de asombro está su crecimiento infinito, está consciente que es una facultad natural que todo ser humano posee al nacer y se esfuerza por mantenerla toda la vida.

Miguel Angel Cornejo

El mayor riesgo aprender a vivir.


Hoy una vez más el destino puso en mi camino una maravillosa persona. Desde el primer contacto con él sentí una confianza como si lo conociera de toda mi vida, sin poses, miedo al que dira y aquellos prejuicios que muchas veces nos impiden ser tal cual somos por temor a ser rechazados simplemente, sin máscara alguna.
Mi manera de ver, vivir la vida era siempre la de una persona impulsiva, impaciente, creativa; extremista soñadora, explosiva y un tanto caprichosa y posesiva con todo y nada. Caminando contra corriente pero de ideas y valores firmes. Sin embargo, con el paso del tiempo estas fueron las lecciones que dejo en mí:
A disfrutar y valorar los pequeños detalles.
Todo tiene su tiempo en esta vida y esto es: situaciones, relaciones inter-personales y experiencias que se tienen que vivir. No puedes adelantar, forzar algo, ya que con eso sólo te llevará al fracaso.
Que mi corazón estaba en las personas y cosas que realmente me importaba.
A pedir disculpas cuando sabía que mi comportamiento no era el adecuado, dejando a un lado el orgullo siendo una persona humilde.
Descansar, mas, nunca desistir de mis sueños, sino hacerlos realidad y jamas darme por vencida.
La paciencia, puesto que nada ganaba con querer comerme el mundo en un instante.
A dar a los demás sin esperar nada a cambio, puesto que los sentimientos nunca se agotan.
Esto y más quedó en mi, sobre todo me enseño a ser una persona auténtica. Simplemente, me enseñó que el riesgo más grande que vale la pena y debemos correr, es vivir sin importar cuantas veces descanse, siempre hay algo nuevo que aprender.
Nadia Kabande Toledo.

Un pedido especial.


El dueño de un almacén oyó cómo uno de sus dependientes le decía a una clienta:
-No, señora, ya hace bastantes semanas que no la tenemos, y no parece que vayamos a tenerla en unos cuantos días…
Horrorizado por lo que había oído, el dueño se precipitó hacia la clienta cuando ésta se disponía a salir, y le dijo:
-Disculpe usted al dependiente, señora. Por supuesto que la tendremos muy pronto. De hecho, hemos cursado un pedido hace un par de semanas…
Luego se llevó al dependiente y le regañó:
-¡Nunca jamás se le ocurra decir que no tenemos algo! ¡Si no lo tenemos, diga que lo hemos pedido y que lo estamos esperando! Y ahora dígame ¿qué es lo que quería esa señora?
-Lluvia -respondió el dependiente.
Habríamos dado un gran paso si, ante todo, habláramos menos y escucháramos más y no diéramos por supuesto que sabemos de lo que el otro está hablando.

Anthony de Mello

Hay que tener miedo de los pensamientos negativos.



Protégete de los mensajes negativos que llegan a tu mente y a tus sentidos
He leído sobre el secreto del éxito en muchos libros y lo he oído de labios de grandes triunfadores. Este puede resumirse así: Te convertirás en aquello en lo que piensas constantemente.
Los pensamientos que guardas en tu mente moldean la persona en la cual te convertirás, influyen en tus decisiones a corto y largo plazo y en tus determinaciones diarias. Es así de simple. Es tan simple que es inconcebible, que muchos de nosotros no lo descubramos nunca. Todo lo que entra a tu mente a través de los sentidos, ya sea de manera consciente o inconsciente, queda grabado en ella para siempre.
Toda acción esta precedida por un pensamiento y todo pensamiento es el resultado de aquello que entra y encuentra cabida en nuestra mente. Por esta razón, si logramos controlar aquello que entra a nuestras mentes, ya sea a través de lo que leemos, lo que escuchamos a través de la radio, o lo que vemos en la televisión, podremos controlar nuestros pensamientos y por ende, nuestras acciones.
¿Por qué la mayoría de las personas no controla lo que entra en sus mentes? La respuesta tal vez radica, por lo menos en parte, en el hecho de no ser totalmente concientes del poder que nuestros pensamientos pueden ejercer sobre nuestras acciones.
Un pensamiento no equivale a más de una décima de voltio de electricidad. Sin embargo, esta décima de voltio de electricidad ejerce una gran influencia en nuestras emociones y en nuestras acciones.
Autor: Camilo Cruz

Reflexiones sobre la sabiduría.


La sabiduría cuyas raíces viven en el campo del silencio y de la meditación, es el silencio elocuente en el corazón y no en el discurso bullicioso de la mente; de día llama al hombre con persistencia y él no la oye porque está ocupado en duplicar sus ganancias; de noche grita al oído del alma, y está no la escucha porque está soñando en el fruto del trabajo.
Todo corazón es el libro que encierra los misterios de los días y los arcanos de las noches; pero los ojos no saben ni pueden leer sus jeroglíficos.
Hay palabras silenciosas y sentidas que no pueden ser leídas por los ojos vidriosos que contemplan deslumbrados la luz solar. Pretender sacar a la luz del sol la sabiduría del corazón es intentar abrir los ojos del topo para que lea los libros a la luz del sol.
El sabio no arrastra a nadie a la sabiduría, sino más bien, exterioriza su amor, su fe y su esperanza en ella. Vive la luz del saber para alumbrar al caminante y se convierte en ejemplo viviente, hace lo que se debe y aplica con razón lo que es justo. Vive en el silencio y cuando habla procede como la naturaleza, todo lo fecunda y lo transforma.
Por lo que la sabiduría es la joya que debe ser conservada en el arca del silencio y contemplada con los ojos de la meditación; siendo la luz del corazón que ilumina al cerebro y hace al hombre dueño de los demás, él los ve, pero los demás no ven en él más que luz.
Raquel Todd.

22 de Octubre se celebra la fiesta del Beato Juan Pablo II.

Hoy se celebra la fiesta del Beato Juan Pablo II
 Hoy 22 de octubre se celebra la fiesta litúrgica del Beato Papa Juan Pablo II, elevado a los altares en una multitudinaria Misa el 1 de mayo de 2011 en la Plaza de San Pedro en Roma.
La decisión de celebrar la memoria del Papa Peregrino el día 22 de octubre se tomó debido a que ese día en 1978 Juan Pablo II inició su pontificado.
En la homilía de aquella Eucaristía, el Papa Wojtyla hizo su emblemática exhortación a los católicos de todo el mundo: "¡No tengan miedo! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!"
Por ser Juan Pablo II aún beato, las celebraciones oficiales se realizan en Roma, ciudad de la que todo Papa es Obispo y en Polonia, su país natal. Esto no impide que católicos de otras partes del mundo, algunos de los cuales han solicitado a través de sus diócesis el permiso formal, puedan plegarse a las celebraciones.
El proceso de canonización del Papa Wojtyla sigue su marcha normal y se evalúan posibles milagros atribuidos dijo el 4 de Octubre el Prefecto para la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato.
El milagro que permitió la beatificación de Juan Pablo II fue la curación del Parkinson de la religiosa francesa Marie Simon-Pierre, sanada de Parkinson, la misma enfermedad que padeció el difunto Pontífice.
El 4 de octubre el Cardenal Amato explicó que no hay prisa para la canonización. "Por ahora, nosotros disfrutamos de la beatificación. Porque la beatificación es un objetivo importante desde el momento en que ha sido confirmado el tema de la heroicidad de la virtud, sellado por un milagro grandioso".

Texto de la página www.aciprensa.com

Juan Pablo II, Beato.

Juan Pablo II, Beato
CCLXIV Papa, 22 de octubre
Juan Pablo II, Beato
Juan Pablo II, Beato

CCLXIV Papa

Karol Wojtyla nace el 18 de mayo de 1920, en Wadowice, a unos pocos kilómetros de Cracovia, una importante ciudad y centro industrial al norte de Polonia.

Su padre, un hombre profundamente religioso, era militar de profesión. Enviudó cuando Karol contaba apenas con nueve años. De él -según su propio testimonio- recibió la mejor formación: «Bastaba su ejemplo para inculcar disciplina y sentido del deber. Era una persona excepcional».

De joven el interés de Karol se dirigió hacia el estudio de los clásicos, griegos y latinos. Con el tiempo fue creciendo en él un singular amor a la filología: a principios de 1938 se traslada junto con su padre a Cracovia para matricularse en la universidad Jaghellonica y cursar allí estudios de filología polaca.

Sin embargo, con la ocupación de Polonia por parte de las tropas de Hitler, hecho acontecido el 1 de septiembre de 1939, sus planes de estudiar filología se verían definitivamente truncados.

En esta difícil situación, y con el fin de evitar la deportación a Alemania, Karol busca un trabajo. Es contratado como obrero en una cantera de piedra, vinculada a una fábrica química, de nombre Solvay.

También en aquella difícil época Karol se iniciaba en el "teatro de la palabra viva", una forma muy sencilla de hacer teatro: la actuación consistía esencialmente en la recitación de un texto poético. Las representaciones se realizaban en la clandestinidad, en un círculo muy íntimo, por el riesgo de verse sometidos a graves sanciones por parte de los nazis.

Otra importante ocupación de Karol por aquella época era la ayuda eficaz que prestaba a las familias judías para que pudiesen escapar de la persecución decretada por el régimen nacionalsocialista. Poniendo en riesgo su propia vida, salvaría la vida de muchos judíos.

A principios de 1941 muere su padre. Karol contaba por entonces con 21 años de edad. Este doloroso acontecimiento marcará un hito importante en el camino de su propia vocación: «después de la muerte de mi padre -dirá el Santo Padre en diálogo con André Frossard-, poco a poco fui tomando conciencia de mi verdadero camino. Yo trabajaba en la fábrica y, en la medida en que lo permitía el terror de la ocupación, cultivaba mi afición a las letras y al arte dramático. Mi vocación sacerdotal tomó cuerpo en medio de todo esto, como un hecho interior de una transparencia indiscutible y absoluta. Al año siguiente, en otoño, sabía ya que había sido llamado. Veía claramente qué era lo que debía abandonar y el objetivo que debía alcanzar "sin una mirada atrás". Sería sacerdote».

Habiendo escuchado e identificado con claridad el llamado del Señor, Karol emprende el camino de su preparación para el sacerdocio, ingresando al seminario clandestino de Cracovia, en 1942. Dadas las siempre difíciles circunstancias, el hecho de su ingreso al seminario -que se había establecido clandestinamente en la residencia del Arzobispo Metropolitano, futuro Cardenal Adam Stepan Sapieha- debía quedar en la más absoluta reserva, por lo que no dejó de trabajar como obrero en Solvay. Años de intensa formación transcurrieron en la clandestinidad hasta el 18 de enero de 1945, cuando los alemanes abandonaron la ciudad ante la llegada de la "armada roja".

El 1 de noviembre de 1946, fiesta de Todos los Santos, llegó el día anhelado: por la imposición de manos de su Obispo, Karol participaba desde entonces -y para siempre- del sacerdocio del Señor. De inmediato el padre Wojtyla fue enviado a Roma para continuar en el Angelicum sus estudios teológicos.

Dos años más tarde, culminados excelentemente los estudios previstos, vuelve a su tierra natal: «Regresaba de Roma a Cracovia -dice el Santo Padre en Don y Misterio- con el sentido de la universalidad de la misión sacerdotal, que sería magistralmente expresado por el Concilio Vaticano II, sobre todo en la Constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium. No sólo el obispo, sino también cada sacerdote debe vivir la solicitud por toda la Iglesia y sentirse, de algún modo, responsable de ella».

Como Vicario fue destinado a la parroquia de Niegowic, donde además de cumplir con las obligaciones pastorales propias de la parroquia, asumió la enseñanza del curso de religión en cinco escuelas elementales.

Pasado un año fue trasladado a la parroquia de San Florián. Entre sus nuevas labores pastorales le tocó hacerse cargo de la pastoral universitaria de Cracovia. Semanalmente iba disertando -para la juventud universitaria- sobre temas básicos que tocaban los problemas fundamentales sobre la existencia de Dios y la espiritualidad del ser humano, temas que eran necesarios profundizar junto con la juventud en el contexto del ateísmo militante, impuesto por el régimen comunista de turno en el gobierno de Polonia.

Dos años después, en 1951, el nuevo Arzobispo de Cracovia, mons. Eugeniusz Baziak, quiso orientar la labor del padre Wojtyla más hacia la investigación y la docencia. No sin un gran sacrificio de su parte, el padre Karol hubo de reducir notablemente su trabajo pastoral para dedicarse a la enseñanza de Ética y Teología Moral en la Universidad Católica de Lublín. A él se le encomendó la cátedra de Ética. Su labor docente la ejerció posteriormente también en la Facultad de Teología de la Universidad Estatal de Cracovia.

Nombrado Obispo por el Papa Pío XII, fue consagrado el 23 de setiembre de 1958. Fue entonces destinado como Obispo auxiliar a la diócesis de Cracovia, quedando a cargo de la misma en 1964. Dos años después, la diócesis de Cracovia sería elevada al rango de Arquidiócesis por el Papa Pablo VI.

Su labor pastoral como Obispo estuvo marcada por su preocupación y cuidado para con las vocaciones sacerdotales. En este sentido, su infatigable labor apostólica y su intenso testimonio sacerdotal dieron lugar a una abundante respuesta de muchos jóvenes que descubrieron su llamado al sacerdocio y tuvieron el coraje de seguirlo.

Asimismo, ya desde entonces destacaba entre sus grandes preocupaciones la integración de los laicos en las tareas pastorales.

Mons. Wojtyla tendrá una activa participación en el Concilio Vaticano II. Además de sus intervenciones, que fueron numerosas, fue elegido para formar parte de tres comisiones: Sacramentos y Culto Divino, Clero y Educación Católica. Asimismo formó parte del comité de redacción que tuvo a su cargo la elaboración de la Constitución pastoral Gaudium et spes.

Es creado Cardenal por el Papa Pablo VI en 1967, un año clave para la Iglesia peregrina en tierras polacas. Fue entonces que la Sede Apostólica puso en marcha su conocida Ostpolitik, dando inicio a un importante "deshielo" a nivel de las frías relaciones entre la Iglesia y el Estado comunista. El flamante Cardenal Wojtyla asumiría un importante papel en este diálogo, y sin duda respondió a esta difícil y delicada tarea con mucho coraje y habilidad. Su postura -la postura en representación de la Iglesia- era la misma que había sido tomada también por sus ejemplares predecesores: la defensa de la dignidad y derechos de toda persona humana, así como la defensa del derecho de los fieles a profesar libremente su fe.

Su sagacidad y tenacidad le permitieron obtener también otras significativas victorias: tras largos años de esfuerzos, en contra de la persistente oposición de las autoridades, tuvo el gran gozo de inaugurar una iglesia en Nowa Huta, una "ciudad piloto" comunista. Los muros de esta iglesia, cual símbolo silente y a la vez elocuente de la victoria de la Iglesia sobre el régimen comunista, habían sido levantados con más de dos millones de piedras talladas voluntariamente por los cristianos de Cracovia.

En cuanto a la pastoral de su arquidiócesis, el continuo crecimiento de la cuidad planteaba al Cardenal muchos retos. Ello motivó a que con habitual frecuencia reuniese a su presbiterio para analizar las diversas situaciones, con el objeto de responder adecuada y eficazmente a los desafíos que se iban presentando.

En 1975 asiste al III Simposio de Obispos Europeos. Allí en el que se le confía la ponencia introductoria: «El obispo como servidor de la fe». Ese mismo año dirige los ejercicios espirituales para Su Santidad Pablo VI y para la Curia vaticana. Las pláticas que dio en aquella ocasión fueron publicadas en un libro titulado Signo de contradicción.

II. Sucesor de Pedro

Elegido pontífice el 16 de octubre de 1978, escogió los mismos nombres que había tomado su predecesor: Juan Pablo. En una hermosa y profunda reflexión, hecha pública en su primera encíclica (Redemptor hominis), dirá él mismo sobre el significado de este nombre:

«ya el día 26 de agosto de 1978, cuando él (el entonces electo Cardenal Albino Luciani) declaró al Sacro Colegio que quería llamarse Juan Pablo -un binomio de este género no tenía precedentes en la historia del Papado- divisé en ello un auspicio elocuente de la gracia para el nuevo pontificado. Dado que aquel pontificado duró apenas 33 días, me toca a mí no sólo continuarlo sino también, en cierto modo, asumirlo desde su mismo punto de partida. Esto precisamente quedó corroborado por mi elección de aquellos dos nombres. Con esta elección, siguiendo el ejemplo de mi venerado Predecesor, deseo al igual que él expresar mi amor por la singular herencia dejada a la Iglesia por los Pontífices Juan XXIII y Pablo VI y al mismo tiempo mi personal disponibilidad a desarrollarla con la ayuda de Dios. A través de estos dos nombres y dos pontificados conecto con toda la tradición de esta Sede Apostólica, con todos los Predecesores del siglo XX y de los siglos anteriores, enlazando sucesivamente, a lo largo de las distintas épocas hasta las más remotas, con la línea de la misión y del ministerio que confiere a la Sede de Pedro un puesto absolutamente singular en la Iglesia. Juan XXIII y Pablo VI constituyen una etapa, a la que deseo referirme directamente como a umbral, a partir del cual quiero, en cierto modo en unión con Juan Pablo I, proseguir hacia el futuro, dejándome guiar por la confianza ilimitada y por la obediencia al Espíritu que Cristo ha prometido y enviado a su Iglesia (...). Con plena confianza en el Espíritu de Verdad entro pues en la rica herencia de los recientes pontificados. Esta herencia está vigorosamente enraizada en la conciencia de la Iglesia de un modo totalmente nuevo, jamás conocido anteriormente, gracias al Concilio Vaticano II».

"No tengáis miedo"

Fueron éstas las primeras palabras que S.S. Juan Pablo II lanzó al mundo entero desde la Plaza de San Pedro, en aquella memorable homilía celebrada con ocasión de la inauguración oficial de su pontificado, el 22 de octubre de 1978. Y son ciertamente estas mismas palabras las que ha hecho resonar una y otra vez en los corazones de innumerables hombres y mujeres de nuestro tiempo, alentándonos -sin caer en pesimismos ni ingenuidades- a no tener miedo "a la verdad de nosotros mismos", miedo "del hombre ni de lo que él ha creado": «¡no tengáis miedo de vosotros mismos!». Desde el inicio de su pontificado ha sido ésta su firme exhortación a confiar en el hombre, desde la humilde aceptación de su contingencia y también de su ser pecador, pero dirigiendo desde allí la mirada al único horizonte de esperanza que es el Señor Jesús, vencedor del mal y del pecado, autor de una nueva creación, de una humanidad reconciliada por su muerte y resurrección. Su llamado es, por eso mismo, un llamado a no tener miedo a abrir de par en par las puertas al Redentor, tanto de los propios corazones como también de las diversas culturas y sociedades humanas.

Este llamado que ha dirigido a todos los hombres de este tiempo, es a la vez una enorme exigencia que él mismo se ha impuesto amorosamente. En efecto, «el Papa -dice él de sí mismo-, que comenzó Su pontificado con las palabras "!No tengáis miedo!", procura ser plenamente fiel a tal exhortación, y está siempre dispuesto a servir al hombre, a las naciones, y a la humanidad entera en el espíritu de esta verdad evangélica».

Desde "un país lejano"

«Me han llamado de una tierra distante, distante pero siempre cercana en la comunión de la Fe y Tradición cristianas». Fueron estas, al inicio de su pontificado, las palabras del primer Papa no italiano desde Adriano VI (1522).

Juan Pablo II nació en Polonia, una extraordinaria nación que por su fidelidad a la fe, puesta en el crisol de la prueba muchas veces, llegó a ser considerada como un "baluarte de la cristiandad", de allí el "Semper fidelis" con que orgullosamente califican los católicos polacos a su patria. La personalidad de S.S. Juan Pablo II está sellada por la identidad y cultura propias de su Polonia natal: una nación con raíces profundamente católicas, cuya unidad e identidad, más que en sus límites territoriales, se encuentra en su historia común, en su lengua y en la fe católica.

Su origen, al mismo tiempo, lo une a los pueblos eslavos, evangelizados hace once siglos por los santos hermanos Cirilo y Metodio. Será casualmente «recordando la inestimable contribución dada por ellos a la obra del anuncio del Evangelio en aquellos pueblos y, al mismo tiempo, a la causa de la reconciliación, de la convivencia amistosa, del desarrollo humano y del respeto a la dignidad intrínseca de cada nación», que su S.S. Juan Pablo II proclamó a los santos Cirilo y Metodio copatronos de Europa, junto a San Benito. A ellos, dicho sea de paso, está dedicada su hermosa encíclica Slavorum apostoli, en la que hace explícita esta gratitud: «se siente particularmente obligado a ello el primer Papa llamado a la sede de Pedro desde Polonia y, por lo tanto, de entre las naciones eslavas».


Una nación probada en su fe

El nuevo Papa era un hombre que había podido conocer «desde dentro, los dos sistemas totalitarios que han marcado trágicamente nuestro siglo: el nazismo de una parte, con los horrores de la guerra y de los campos de concentración, y el comunismo, de otra, con su régimen de opresión y de terror». A lo largo de aquellos años de prueba, la personalidad de Karol fue forjada en el crisol del dolor y del sufrimiento, sin perder jamás la esperanza, nutrida en la fe. Esta experiencia vivida en su juventud nos permite comprender su gran «sensibilidad por la dignidad de toda persona humana y por el respeto de sus derechos, empezando por el derecho a la vida». Su encíclica Evangelium vitae es la expresión magisterial más firme y acabada de esta profunda sensibilidad humana y pastoral.

Gracias a aquellas dramáticas experiencias que vivió en aquellos tiempos terribles «es fácil entender también mi preocupación por la familia y por la juventud». Esta preocupación, por su parte, ha hallado su más amplia expresión magisterial en la encíclica Familiaris consortio.


Improntas del pontificado de Juan Pablo II

La vida cristiana y la Trinidad: Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo

El Papa Juan Pablo II ha querido hacer evidente desde el inicio de su pontificado la relación existente -aunque quizá tantas veces olvidada o relegada- de la vida de la Iglesia (y de cada uno de sus hijos) con la Trinidad, dedicando sus primeras encíclicas a profundizar en cada una de las tres personas de la Trinidad: una a Dios Padre, rico en misericordia (1980); otra al Hijo, Redentor del mundo (1979); y otra al Espíritu Santo, Señor y dador de vida (1986). Este es el misterio central de la fe cristiana: Dios es uno solo, pero a la vez tres Personas. Recuerda así las bases de la verdadera fe, y con ello el fundamento de la auténtica vida de la Iglesia y de cada uno de sus hijos: en efecto, no se entiende la vida del cristiano si no es en relación con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Comunión de Amor.


"Totus Tuus"... un Papa sellado por el amor a la Madre

Totus Tuus, o Todo tuyo (con evidente referencia a María), fue el lema ele-gido por Su Santidad Juan Pablo II al asumir el timón de la barca de Pedro. De este modo se consagraba a Ella, se acogía a su tierno cuidado e intercesión, invitándola a sellar con su amorosa presencia maternal la entera trayectoria de su pontificado. Con ocasión de la Eucaristía celebrada el 18 de octubre de 1998, a los veinte años de su elección y a los 40 años de haber sido nombrado obispo, reiterará en la Plaza de San Pedro ese "Totus Tuus" ante el mundo católico.

En otra ocasión había dicho él mismo con respecto a esta frase: «Totus Tuus. Esta fórmula no tiene solamente un carácter piadoso, no es una simple expresión de devoción: es algo más. La orientación hacia una devoción tal se afirmó en mí en el período en que, durante la Segunda Guerra Mundial, trabajaba de obrero en una fábrica. En un primer momento me había parecido que debía alejarme un poco de la devoción mariana de la infancia, en beneficio de un cristianismo cristocéntrico. Gracias a san Luis Grignon de Montfort comprendí que la verdadera devoción a la Madre de Dios es, sin embargo, cristocéntrica, más aún, que está profundamente radicada en el Misterio trinitario de Dios, y en los misterios de la Encarnación y la Redención. Así pues, redescubrí con conocimiento de causa la nueva piedad mariana, y esta forma madura de devoción a la Madre de Dios me ha seguido a través de los años: sus frutos son la Redemptoris Mater y la Mulieris dignitatem».

Otro signo de su amor filial a Santa María es su escudo pontificio: sobre un fondo azul, una cruz amarilla, y bajo el madero horizontal derecho, una "M", también amarilla, representando a la Madre que estaba "al pie de la cruz", donde -a decir de San Pablo- en Cristo estaba Dios reconciliando el mundo consigo. En su sorprendente sencillez, su escudo es, pues, una clara expresión de la importancia que el Santo Padre le reconoce a Santa María como eminente cooperadora en la obra de la reconciliación realizada por su Hijo.

Su escudo se alza ante todos como una perenne y silente profesión de un amor tierno y filial hacia la Madre del Señor Jesús, y a la vez, es una constante invitación a todos los hijos de la Iglesia para que reconozcamos su papel de cooperadora en la obra de la reconciliación, así como su dinámica función maternal para con cada uno de nosotros. En efecto, «entregándose filialmente a María, el cristiano, como el apóstol Juan, "acoge entre sus cosas propias" a la Madre de Cristo y la introduce en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su "yo" humano y cristiano: "La acogió en su casa". Así el cristiano, trata de entrar en el radio de acción de aquella "caridad materna", con la que la Madre del Redentor "cuida de los hermanos de su Hijo", "a cuya generación y educación coopera" según la medida del don, propia de cada uno por la virtud del Espíritu de Cristo. Así se manifiesta también aquella maternidad según el espíritu, que ha llegado a ser la función de María a los pies de la Cruz y en el cenáculo».

La profundización de la teología y de la devoción mariana -en fiel continuidad con la ininterrumpida tradición católica- es una impronta muy especial de la persona y pontificado del Santo Padre.

Hombre del perdón; apóstol de la reconciliación

Quizá muchos jóvenes desconocen el atentado que el Santo Padre sufrió aquel ya lejano 13 de mayo de 1981, a manos de un joven turco, de nombre Alí Agca. Entonces, guardándolo milagrosamente de la muerte, se manifestó la Providencia divina que le concedía a su elegido una invalorable ocasión para experimentar en sí mismo el dolor y sufrimiento humano -físico, sicológico y también espiritual- para poder mejor asociarse a la cruz del Señor Jesús y solidarizarse más aún con tantos hermanos dolientes. Fruto de esta experiencia vivida con un profundo horizonte sobrenatural será su hermosa Carta Apostólica Salvifici doloris.

Aquel hecho fue también una magnífica oportunidad para mostrar al mundo entero que él, fiel discípulo del Maestro, es un hombre que no sólo llama a vivir el perdón y la reconciliación, sino que él mismo lo vive: una vez recuperado, en un gesto auténticamente cristiano y de enorme grandeza de espíritu, el Santo Padre se acercó a su agresor -recluido en la cárcel- para ofrecerle el perdón y constituirse él mismo en un testimonio vivo de que el amor cristiano es más grande que el odio, de que la reconciliación -aunque exigente- puede ser vivida, y de que éste es el único camino capaz de convertir los corazones humanos y de traerles la paz tan anhelada.

Servidor de la comunión y de la reconciliación

El deseo de invitar a todos los hombres a vivir un proceso de reconciliación con Dios, con los hermanos humanos, consigo mismos y con la entera obra de la creación ha dado pie a numerosas exhortaciones en este sentido. Ocupa un singular lugar su Exhortación Apostólica Post-Sinodal Reconciliatio et paenitentiae -sobre la reconciliación y la penitencia en la misión de la Iglesia hoy (se nutre de la reflexión conjunta que hicieron los obispos del mundo reunidos en Roma el año 1982 para la VI Asamblea General del Sínodo de Obispos)-, y tiene un peso singularmente importante la declaración que hiciera en el Congreso Eucarístico de Téramo, el 30 de junio de 1985: «Poniéndome a la escucha del grito del hombre y viendo cómo manifiesta en las circunstancias de la vida una nostalgia de unidad con Dios, consigo mismo y con el prójimo, he pensado, por gracia e inspiración del Señor, proponer con fuerza ese don original de la Iglesia que es la reconciliación».

La preocupación social de S.S. Juan Pablo II

La encíclica Centessimus annus, que conmemora el centésimo año desde el inicio formal del Magisterio Social Pontificio con la publicación de encíclica Rerum novarum de S.S. León XIII, se ha constituido en el último gran aporte de S.S. Juan Pablo II en lo que toca a dicho Magisterio. En ella escribía: «... deseo ante todo satisfacer la deuda de gratitud que la Iglesia entera ha contraído con el gran Papa (León XIII) y con su "inmortal Documento". Es también mi deseo mostrar cómo la rica savia, que sube desde aquella raíz, no se ha agotado con el paso de los años, sino que, por el contrario, se ha hecho más fecunda».

Indudablemente enriquecido por su propia experiencia como obrero, y en su particular cercanía con sus compañeros de labores, la gran preocupación social del actual Pontífice ya había encontrado otras dos ocasiones para manifestarse al mundo entero en lo que toca al magisterio: la encíclica Laborem exercens, sobre el trabajo humano, y la encíclica Sollicitudo rei socialis, sobre los problemas actuales del desarrollo de los hombres y de los pueblos.

La nueva evangelización: tarea principal de la Iglesia

Desde el inicio de su pontificado el Papa Juan Pablo II ha estado empeñado en llamar y comprometer a todos los hijos de la Iglesia en la tarea de una nueva evangelización: «nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión».

Pero, como recuerda el Santo Padre, «si a partir de la Evangelii nuntiandi se repite la expresión nueva evangelización, eso es solamente en el sentido de los nuevos retos que el mundo contemporáneo plantea a la misión de la Iglesia» ... «Hay que estudiar a fondo -dice el Santo Padre- en qué consiste esta Nueva Evangelización, ver su alcance, su contenido doctrinal e implicaciones pastorales; determinar los "métodos" más apropiados para los tiempos en que vivimos; buscar una "expresión" que la acerque más a la vida y a las necesidades de los hombres de hoy, sin que por ello pierda nada de su autenticidad y fidelidad a la doctrina de Jesús y a la tradición de la Iglesia».

En esta tarea el Papa Juan Pablo II tiene una profunda conciencia de la necesidad urgente del apostolado de los laicos en la Iglesia, preocupación que se refleja claramente en su Encíclica Christifideles laici y en el impulso que ha venido dando al desarrollo de los diversos Movimientos eclesiales. Por eso mismo, en la tarea de la nueva evangelización «la Iglesia trata de tomar una conciencia más viva de la presencia del Espíritu que actúa en ella (...) Uno de los dones del Espíritu a nuestro tiempo es, ciertamente, el florecimiento de los movimientos eclesiales, que desde el inicio de mi pontificado he señalado y sigo señalando como motivo de esperanza para la Iglesia y para los hombres».

Pero S.S. Juan Pablo II no entiende la nueva evangelización simplemente como una "misión hacia afuera": la misión hacia adentro (es decir, la reconciliación vivida en el ámbito interno de la misma Iglesia) ha sido también destacada por el Santo Padre como una urgente necesidad y tarea, pues ella es un signo de credibilidad para el mundo entero. Desde esta perspectiva hay que comprender también el fuerte empeño ecuménico alentado por el Santo Padre, muy en la línea del rumbo marcado por los pontífices precedentes y por los Padres conciliares.

"Que todos sean uno"

El Santo Padre, como Cristo el Señor hace dos mil años, sigue elevando también hoy al Padre esta ferviente súplica: «¡Que todos sean uno (Ut unum sint)… para que el mundo crea!». Como incansable artesano de la reconciliación, el actual Sucesor de Pedro ha venido trabajado desde el inicio de su pontificado por lograr la unidad y reconciliación de todos los cristianos entre sí, sin que ello signifique de ningún modo claudicar a la Verdad: «El diálogo -dijo Su Santidad a los Obispos austriacos, en 1998-, a diferencia de una conversa-ción superficial, tiene como objetivo el descubrimiento y el reconocimiento co-mún de la verdad. (…) La fe viva, transmitida por la Iglesia universal, representa el fundamento del diálogo para todas las partes. Quien abandona esta base común elimina de todo diálo-go en la Iglesia la posibilidad de conver-tirse en diálogo de salvación. (…) nadie puede desempeñar since-ramente un papel en un proceso de diá-logo si no está dispuesto a exponerse a la verdad y a crecer en ella».

Renovado impulso a la catequesis

Como dice el Santo Padre, la Encíclica Redemptoris missio quiere ser -después de la Evangelii nuntiandi- «una nueva síntesis de la enseñanza sobre la evangelización del mundo contemporáneo».

Por otro lado, la Exhortación Apostólica Catechesi tredendae es un intento -ya desde el inicio de su pontificado- de dar un nuevo impulso a la labor pastoral de la catequesis.

El Santo Padre, desde que asumió su pontificado, ha mantenido las catequesis de los miércoles iniciadas por su predecesor Pablo VI. En ellos ha desarrollado principalmente el contenido del "Credo".

En este mismo sentido el Catecismo de la Iglesia Católica -aprobado por el Santo Padre en 1992- ha querido ser «el mejor don que la Iglesia puede hacer a sus Obispos y a todo el Pueblo de Dios», teniendo en cuenta que es un «valioso instrumento para la nueva evangelización, donde se compendia toda la doctrina que la Iglesia ha de enseñar».

El Papa peregrino

Quizá más de uno se ha preguntado sobre el sentido de los numerosos viajes apostólicos que ha realizado el Santo Padre (más de doscientos, contando sus viajes al exterior como al interior de Italia):

«En nombre de toda la Iglesia, siento imperioso el deber de repetir este grito de san Pablo («Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe: Y ¡ay de mi si no predicara el Evangelio!»). Desde el comienzo de mi pontificado he tomado la decisión de viajar hasta los últimos confines de la tierra para poner de manifiesto la solicitud misionera; y precisamente el contacto directo con los pueblos que desconocen a Cristo me ha convencido aún más de la urgencia de tal actividad a la cual dedico la presente Encíclica (Redemptoris missio)».

Asimismo dirá el Papa de sus numerosas visitas a las diversas parroquias: «la experiencia adquirida en Cracovia me ha enseñado que conviene visitar personalmente a las comunidades y, ante todo, las parroquias. Éste no es un deber exclusivo, desde luego, pero yo le concedo una importancia primordial. Veinte años de experiencia me han hecho comprender que, gracias a las visitas parroquiales del obispo, cada parroquia se inscribe con más fuerza en la más vasta arquitectura de la Iglesia y, de este modo, se adhiere más íntimamente a Cristo».

S.S. Juan Pablo II y los jóvenes

Desde 1985 la Iglesia ha visto surgir las Jornadas Mundiales de los Jóvenes. Su génesis -recuerda el Santo Padre- fue el Año Jubilar de la Redención y el Año Internacional de la Juventud, convocado por la Organización de las Naciones Unidas en aquel mismo año:

«Los jóvenes fueron invitados a Roma. Y éste fue el comienzo. (...) El día de la inauguración del pontificado, el 22 de octubre de 1978, después de la conclusión de la liturgia, dije a los jóvenes en la plaza de San Pedro: "Vosotros sois la esperanza de la Iglesia y del mundo. Vosotros sois mi esperanza"».

Maestro de ética y valores

También en nuestro siglo, y con sus particulares notas de gravedad, el Santo Padre ha notado con paternal preocupación como el hombre ha "cambiado la verdad por la mentira". Consecuencia de este triste "cambio" es que el hombre ha visto ofuscada su capacidad para conocer la verdad y para vivir de acuerdo a esa verdad, en orden a encontrar su felicidad en la plena realización como persona humana. La publicación de la Encíclica Veritatis splendor constituye la plasmación de un testimonio ante el mundo del esplendor de la Verdad. En ella se descubren las enseñanzas de quien fuera un notable profesor de ética, que en su calidad de Sumo Pontífice sale al encuentro del relativismo moral a que ha llegado la cultura de hoy: «Ningún hombre puede eludir las preguntas fundamentales: ¿qué debo hacer?, ¿cómo puedo discernir el bien del mal? La respuesta sólo es posible gracias al esplendor de la verdad que brilla en lo más íntimo del espíritu humano… La luz del rostro de Dios resplandece con toda su belleza en el rostro de Jesucristo… Él es "el Camino, la Verdad y la Vida". Por esto la respuesta decisiva de cada interrogante del hombre, en particular de sus interrogantes religiosos y morales, la da Jesucristo; más aún, como recuerda el Concilio Vaticano II, la respuesta es la persona misma de Jesucristo: "Realmente, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado…"». A lo largo de toda su encíclica el Santo Padre, con desarrollos magistrales, se ocupa de presentar un horizonte ético -en íntima conexión con la verdad sobre el hombre- para el pleno desarrollo de la persona humana en respuesta al designio divino.

Incansable Servidor de la fe y de la Verdad

A los veinte años de su elevación al Solio Pontificio, el Papa Juan Pablo II -como un incansable Maestro de la Verdad- ha dado a conocer al mundo entero su decimotercera encíclica: Fides et ratio, fe y razón. En ella presenta en forma positiva la búsqueda de la verdad que nace de la naturaleza profunda del ser humano. Sale al paso de múltiples errores que actualmente obstaculizan el acceso a la verdad, y más aún a la Verdad última sobre Dios y sobre el hombre que como don gratuito Dios mismo ha ofrecido a la humanidad entera a través de la revelación. La verdad, la posibilidad de conocerla, la relación entre razón y fe, entre filosofía y teología son temas que va tocando en respuesta a la situación de enorme confusión, de relativismo y subjetivismo en la que se encuentra inmersa nuestra cultura de hoy.

Trabajando por la consolidación de los frutos del Concilio Vaticano II

El Santo Padre ha sido un incansable artesano que ha trabajado, a lo largo de los ya veinte años de su fecundo pontificado, en favor de la profundización y consolidación de los abundantísimos frutos suscitados por el Espíritu Santo en el Concilio Vaticano segundo. Al respecto ha dicho él mismo: «Es indispensable este trabajo de la Iglesia orientado a la verificación y consolidación de los frutos salvíficos del Espíritu, otorgados en el Concilio. A este respecto conviene saber "discernirlos" atentamente de todo lo que contrariamente puede provenir sobre todo del "príncipe de este mundo". Este discernimiento es tanto más necesario en la realización de la obra del Concilio ya que se ha abierto ampliamente al mundo actual, como aparece claramente en las importantes Constituciones conciliares Gaudium et spes y Lumen gentium».

Con S.S. Juan Pablo II hacia el tercer milenio

El Papa Juan Pablo II, mediante su Carta apostólica Tertio millenio adveniente, ha invitado a toda la cristiandad a prepararse para lo que será una gran celebración y conmemoración: tres años han sido dedicados por deseo explícito del Sumo Pontífice a la reflexión y profundización en torno a cada una de las Personas divinas del Misterio de la Santísima Trinidad: 1997 ha sido dedicado al Hijo, 1998 al Espíritu Santo y 1999 al Padre. De este modo la Iglesia se prepara a celebrar con un gran Jubileo los dos mil años del nacimiento de Jesucristo, el Hijo eterno del Padre que -de María Virgen y por obra del Espíritu Santo- «nació del Pueblo elegido, en cumplimiento de la promesa hecha a Abraham y recordada constantemente por los profetas».

De Él, y del cristianismo, nos ha recordado en su misma Carta el Papa: «Estos (los profetas de Israel) hablaban en nombre y en lugar de Dios. (…) Los libros de la Antigua Alianza son así testigos permanentes de una atenta pedagogía divina. En Cristo esta pedagogía alcanza su meta: Él no se limita a hablar "en nombre de Dios" como los profetas, sino que es Dios mismo quien habla en su Verbo eterno hecho carne. Encontramos aquí el punto esencial por el que el cristianismo se diferencia de las otras religiones, en las que desde el principio se ha expresado la búsqueda de Dios por parte del hombre. El cristianismo comienza con la Encarnación del Verbo. Aquí no es sólo el hombre quien busca a Dios, sino que es Dios quien viene en Persona a hablar de sí al hombre y a mostrarle el camino por el cual es posible alcanzarlo. (…) El Verbo Encarnado es, pues, el cumplimiento del anhelo presente en todas las religiones de la humanidad: este cumplimiento es obra de Dios y va más allá de toda expectativa humana».

Este acontecimiento histórico central para la humanidad entera, acontecimiento por el que Dios que se hace hombre para decir «la palabra definitiva sobre el hombre y sobre la historia», es lo que la Iglesia se prepara a celebrar con un gran Jubileo, y de este modo se prepara a trasponer el umbral del nuevo milenio. Su Santidad, el "dulce Cristo sobre la tierra", como icono visible del Buen Pastor va a la cabeza de la Iglesia que peregrina en este tiempo de profundas transformaciones, constituyéndose para todos sus hijos e hijas que con valor quieren escucharle y seguirle, en roca segura y guía firme … "¡No tengáis miedo!"… son las palabras que también hoy brotan con insistencia de los labios de Pedro, hombre de frágil figura, pero elegido y fortalecido por Dios para sostener el edificio de la Iglesia toda con una fe firme y una esperanza inconmovible.

(Lo que sigue es un artículo titulado «S.S. Juan Pablo II: "Profeta del sufrimiento"», cuyo autor es Mons. Cipriano Calderón Polo)

«S.S. Juan Pablo II, es en esta etapa final del segundo milenio, el Pastor universal del pueblo de Dios, guía segura para atravesar el "umbral de la esperanza" que nos introducirá en el tercer milenio de la evangelización...

«¿Cómo se presenta al mundo de hoy el Papa en esta encrucijada decisiva de la historia? «Su imagen característica es ahora la de profeta del sufrimiento, un sacerdote, un evangelizador que realiza en su amable persona la doctrina que él mismo ha explicado en la carta apostólica Salvifici doloris (11 de febrero de 1984) y en tantos discursos sobre el significado del dolor humano.

«Juan Pablo II, en las celebraciones litúrgicas, en las audiencias, en los viajes apostólicos, en todas sus actividades, aparece como un icono del sufrimiento, dando a la Iglesia un testimonio formidable de la fuerza evangelizadora del dolor físico y moral.

«En su persona de Vicario de Cristo se cruzan las debilidades físicas: esas "debilidades del Papa" a las que él mismo se refirió el día de Navidad de 1995 desde la ventana de su despacho; las penas y dolores cada vez más crecientes de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, de todos los pueblos, especialmente de aquellos más pobres de América Latina, África y Asia; los sufrimientos de toda la Iglesia, que naturalmente se acumulan en el vértice de la misma. Y a todo ello se une la fatiga pastoral producida por una entrega sin reservas al ministerio petrino, al que el Papa Wojtyla sigue ofreciendo generosamente todas sus energías, sin dejarse rendir por la edad o por los quebrantos de salud.

«El Santo Padre camina hacia el año 2000, al frente de la humanidad, llevando la cruz de Jesús. Así se parece más al divino Redentor.

«Él mismo lo ha hecho notar en una alocución dominical -Ángelus- pronunciada desde su habitación del hospital Gemelli: "¿Cómo me presentaré yo ahora -comentaba- a los potentes del mundo y a todo el pueblo de Dios? Me presentaré con lo que tengo y puedo ofrecer: con el sufrimiento. He comprendido -decía- que debo conducir a la Iglesia de Cristo hacia el tercer milenio, con la oración, con múltiples iniciativas (como la que actualmente está viviendo toda la Iglesia: un trienio de preparación propuesto en su carta Tertium millenium adveniente); pero he visto que esto no basta: necesito llevarla también con el sufrimiento"».

Nació al Reino de Dios, el 2 de abril de 2005, El 28 de junio del mismo año se inició su causa para la beatificación, misma que se realizó el 1 de mayo, Segundo Domingo de Pascua del año 2011, Día de la Divina Misericordia, en ceremonia presidida por S.S. Benedicto XVI.

Oración para implorar favores por intercesión del
Beato Juan Pablo II


Oh Trinidad Santa,
Te damos gracias por haber concedido a la Iglesia al Papa Juan Pablo II
y porque en él has reflejado la ternura de Tu paternidad, la gloria de
la cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de amor.

Él, confiando totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal
intercesión de María, nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen
Pastor, indicándonos la santidad, alto grado de la vida cristiana
ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo.

Concédenos, por su intercesión, y si es Tu voluntad, el favor que
imploramos, con la esperanza de que sea pronto incluido en el número de
tus santos.
Amén.