jueves, 3 de noviembre de 2011

San Martín de Porres.

Martín de Porres, Santo

Religioso dominico, peruano



El racismo, esa distinción que hacemos los hombres distinguiendo a nuestros semejantes por el color de la piel es algo tan sinsentido como distinguirlos por la estatura o por el volumen de la masa muscular. Y lo peor no es la distinción que está ahí sino que ésta lleve consigo una minusvaloración de las personas -necesariamente distintas- para el desempeño de oficios, trabajos, remuneraciones y estima en la sociedad. Un mulato hizo mayor bien que todos los blancos juntos a la sociedad limeña de la primera mitad del siglo XVII.

Fue hijo bastardo del ilustre hidalgo -hábito de Alcántara- don Juan de Porres, que estuvo breve tiempo en la ciudad de Lima. Bien se aprecia que los españoles allá no hicieron muchos feos a la población autóctona y confiemos que el Buen Dios haga rebaja al juzgar algunos aspectos morales cuando llegue el día del juicio, aunque en este caso sólo sea por haber sacado del mal mucho bien. Tuvo don Juan dos hijos, Martín y Juana, con la mulata Ana Vázquez. Martín nació mulato y con cuerpo de atleta el 9 de diciembre de 1579 y lo bautizaron, en la parroquia de San Sebastián, en la misma pila que Rosa de Lima.

La madre lo educó como pudo, más bien con estrecheces, porque los importantes trabajos de su padre le impedían atenderlo como debía. De hecho, reconoció a sus hijos sólo tardíamente; los llevó a Guayaquil, dejando a su madre acomodada en Lima, con buena familia, y les puso maestro particular.

Martín regresó a Lima, cuando a su padre lo nombraron gobernador de Panamá. Comenzó a familiarizarse con el bien retribuido oficio de barbero, que en aquella época era bastante más que sacar dientes, extraer muelas o hacer sangrías; también comprendía el oficio disponer de yerbas para hacer emplastos y poder curar dolores y neuralgias; además, era preciso un determinado uso del bisturí para abrir hinchazones y tumores. Martín supo hacerse un experto por pasar como ayudante de un excelente médico español. De ello comenzó a vivir y su trabajo le permitió ayudar de modo eficaz a los pobres que no podían pagarle. Por su barbería pasarán igual labriegos que soldados, irán a buscar alivio tanto caballeros como corregidores.

Pero lo que hace ejemplar a su vida no es sólo la repercusión social de un trabajo humanitario bien hecho. Más es el ejercicio heroico y continuado de la caridad que dimana del amor a Jesucristo, a Santa María. Como su persona y nombre imponía respeto, tuvo que intervenir en arreglos de matrimonios irregulares, en dirimir contiendas, fallar en pleitos y reconciliar familias. Con clarísimo criterio aconsejó en más de una ocasión al Virrey y al arzobispo en cuestiones delicadas.

Alguna vez, quienes espiaban sus costumbres por considerarlas extrañas, lo pudieron ver en éxtasis, elevado sobre el suelo, durante sus largas oraciones nocturnas ante el santo Cristo, despreciando la natural necesidad del sueño. Llamaba profundamente la atención su devoción permanente por la Eucaristía, donde está el verdadero Cristo, sin perdonarse la asistencia diaria a la Misa al rayar el alba.

Por el ejercicio de su trabajo y por su sensibilidad hacia la religión tuvo contacto con los monjes del convento dominico del Rosario donde pidió la admisión como donado, ocupando la ínfima escala entre los frailes. Allí vivían en extrema pobreza hasta el punto de tener que vender cuadros de algún valor artístico para sobrevivir. Pero a él no le asusta la pobreza, la ama. A pesar de tener en su celda un armario bien dotado de yerbas, vendas y el instrumental de su trabajo, sólo dispone de tablas y jergón como cama.

Llenó de pobres el convento, la casa de su hermana y el hospital. Todos le buscan porque les cura aplicando los remedios conocidos por su trabajo profesional; en otras ocasiones, se corren las voces de que la oración logró lo improbable y hay enfermos que consiguieron recuperar la salud sólo con el toque de su mano y de un modo instantáneo.

Revolvió la tranquila y ordenada vida de los buenos frailes, porque en alguna ocasión resolvió la necesidad de un pobre enfermo entrándolo en su misma celda y, al corregirlo alguno de los conventuales por motivos de clausura, se le ocurrió exponer en voz alta su pensamiento anteponiendo a la disciplina los motivos dimanantes de la caridad, porque "la caridad tiene siempre las puertas abiertas, y los enfermos no tienen clausura".

Pero entendió que no era prudente dejar las cosas a la improvisación de momento. La vista de golfos y desatendidos le come el alma por ver la figura del Maestro en cada uno de ellos. ¡Hay que hacer algo! Con la ayuda del arzobispo y del Virrey funda un Asilo donde poder atenderles, curarles y enseñarles la doctrina cristiana, como hizo con los indios dedicados a cultivar la tierra en Limatombo. También los dineros de don Mateo Pastor y Francisca Vélez sirvieron para abrir las Escuelas de Huérfanos de Santa Cruz, donde los niños recibían atención y conocían a Jesucristo.

No se sabe cómo, pero varias veces estuvo curando en distintos sitios y a diversos enfermos al mismo tiempo, con una bilocación sobrenatural.

El contemplativo Porres recibía disciplinas hasta derramar sangre haciéndose azotar por el indio inca por sus muchos pecados. Como otro pobre de Asís, se mostró también amigo de perros cojos abandonados que curaba, de mulos dispuestos para el matadero y hasta lo vieron reñir a los ratones que se comían los lienzos de la sacristía. Se ve que no puso límite en la creación al ejercicio de la caridad y la transportó al orden cósmico.

Murió el día previsto para su muerte que había conocido con anticipación. Fue el 3 de noviembre de 1639 y causada por una simple fiebre; pidiendo perdón a los religiosos reunidos por sus malos ejemplos, se marchó. El Virrey, Conde de Chinchón, Feliciano de la Vega -arzobispo- y más personajes limeños se mezclaron con los incontables mulatos y con los indios pobres que recortaban tantos trozos de su hábito que hubo de cambiarse varias veces.

Lo canonizó en papa Juan XXIII en 1962.

Desde luego, está claro que la santidad no entiende de colores de piel; sólo hace falta querer sin límite.


¿Qué nos enseña su vida?

La vida de San Martín nos enseña:

  • A servir a los demás, a los necesitados. San Martín no se cansó de atender a los pobres y enfermos y lo hacía prontamente. Demos un buen servicio a los que nos rodean, en el momento que lo necesitan. Hagamos ese servicio por amor a Dios y viendo a Dios en las demás personas.

  • A ser humildes. San Martín fue una persona que vivió esta virtud. Siempre se preocupó por los demás antes que por él mismo. Veía las necesidades de los demás y no las propias. Se ponía en el último lugar.
    A llevar una vida de oración profunda. La oración debe ser el cimiento de nuestra vida. Para poder servir a los demás y ser humildes, necesitamos de la oración. Debemos tener una relación intima con Dios

  • A ser sencillos. San Martín vivió la virtud de la sencillez. Vivió la vida de cara a Dios, sin complicaciones. Vivamos la vida con espíritu sencillo.

  • A tratar con amabilidad a los que nos rodean. Los detalles y el trato amable y cariñoso es muy importante en nuestra vida. Los demás se lo merecen por ser hijos amados por Dios.

  • A alcanzar la santidad en nuestra vidas. Por alcanzar esta santidad, luchemos...

  • A llevar una vida de penitencia por amor a Dios. Ofrezcamos sacrificios a Dios.

    San Martín de Porres se distinguió por su humildad y espíritu de servicio, valores que en nuestra sociedad actual no se les considera importantes. Se les da mayor importancia a valores de tipo material que no alcanzan en el hombre la felicidad y paz de espíritu. La humildad y el espíritu de servicio producen en el hombre paz y felicidad.

  • martes, 1 de noviembre de 2011

    El deseo, la raíz del sufrimiento.


    Empezare por decir que todas las personas hemos sufrido unas más que otras a pesar de que a nadie nos gusta sufrir. 

Pero ¿por qué sufre la gente? Porque hay algo deseado que no tenemos, lo estamos perdiendo o tal vez es tarde para recuperar lo que deseamos, esto es: el amor de alguien, el no ser correspondidos como uno quiere que nos quieran, el no tener aquel coche o trabajo, solvencia económica etc. La solución para acabar con dicho estado anímico seria dejar de desear, pero esto es imposible puesto que la mente es insaciable.
    Es por eso que debemos de aprender a desarrollar nuestra capacidad de anhelar sin quedarnos pegados al deseo, a ser una persona feliz aceptando nuestra realidad sin aferrarnos a un pasado el cual esta muerto, a un futuro incierto. ¿Preocuparme? Únicamente por mi presente. Viviendo así al máximo cada uno de mis días, dando siempre lo mejor de mi persona a los que me rodean dejando a un lado el egoísmo, el pesimismo. Simplemente dando lo mejor para esperar lo mejor aunque las cosas no salgan como uno quiere y al tiempo que uno quiere es por que algo mejor esta por llegar a nuestra vida, yo siempre he vivido con esta manera de pensar, es lo que funciona.

Dejando a un lado la añoranza por lo que ya no esta conmigo. Por último permite que todos los sucesos sucedan.

    Autora: Nadia Kabande Toledo

    La importancia de la personalidad.


    “Desarrolla una personalidad agradable” El motivo es simple: No se puede tener una posición de éxito dentro de una sociedad, siendo rechazado por esa sociedad. Tu necesitas a los demás miembros de la sociedad establecida, si es que quieres grandes beneficios.
    No es posible andar por el mundo provocando pleitos y desacuerdos, y después pedirle a esas personas que te compren tu producto o que te ayuden a triunfar, simplemente no lo van a hacer, y si tienen la oportunidad de cobrarte un resentimiento antiguo, eso si lo hacen.
    Lo mejor es estar siempre dispuesto a ayudar, en la medida de lo posible con buen ánimo, para que tu también recibas ayuda de los demás. Puedes ayudar hasta en los más mínimos detalles, la vida está llena de detalles, muchas parejas se separan y muchos negocios y empleos se han perdido por “simples detalles”.
    Varios escritores de estos temas indican que para tener éxito propio, hay que impulsar el éxito en los demás, y estoy de acuerdo con esto. Simple de entender, si estás rodeado de gente de éxito, tú también tienes éxito, si estás rodeado de fracasados ¿Cómo te impulsan? Ellos no tienen los medios ni los conocimientos para hacerlo, es más, te impulsan hacia el fracaso.
    Lo más conveniente para ti es tratar a todas las personas con amabilidad, incluso a las personas que por “química interpersonal” no te caen bien, no sabes que contactos o relaciones puedan tener y en algún caso te puedan ayudar. Claro, esto de ninguna manera es llevarte al propósito de que por querer quedar bien, te dejes humillar o dañar, o estar haciendo todo lo que los demás digan sin beneficio propio y ni siquiera un agradecimiento. Aquí la idea principal es que si tú tratas a los demás con amabilidad, recibas el mismo trato.
    Tienes que estar consciente de que en algún momento debes crear tu propio equipo de trabajo, o formar equipo con otras personas, si hay desarmonías entre los elementos del equipo, va a ser muy difícil el éxito, sólo tienes que observar el desempeño y resultados de los equipos deportivos cuando se conoce que existen fuertes desavenencias entre ellos.

    Esto es éxito.

     


    Yo creo que el éxito no está en lo económico. Yo creo que una persona no es de éxito porque le va bien en los negocios o le va bien profesionalmente o saca 10 en la escuela. Creo que eso es lo que menos vale. Lo que vale es tener los pies en la tierra, la familia – el concepto de familia-, los amigos. Apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no material, no físico necesariamente”. Pienso que a este concepto bien le puedo añadir una reflexión que me regaló mi madre:
    El éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina. No se debe a los títulos nobles y académicos que tienes, ni a la sangre heredada o la escuela donde estudiaste. No se debe a las dimensiones de tu casa o de cuantos carros quepan en tu garaje. No se trata de si eres jefe o subordinado; o si eres miembro prominente de clubes sociales. No tiene que ver con el poder que ejerces o si eres un buen administrador o hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces. No es la tecnología que empleas. No se debe a la ropa que usas, ni a los grabados que mandas a bordar en tu ropa, o si después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu estatus social. No se trata de si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo, joven o viejo.
    El éxito… Se debe a cuánta gente te sonríe, a cuánta gente amas y cuántos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.
    Se trata de si te recuerdan cuando te vas. Se refiere a cuanta gente ayudas, a cuanta evitas dañar y si guardas o no rencor en tu corazón. Se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños. De si tus logros no hieren a tus semejantes. Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás.
    Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste a la naturaleza y a los niños y te preocupaste de los ancianos.

Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la conducta. No es acerca de cuantos te siguen sino de cuantos realmente te aman. No es acerca de transmitir, si no cuantos te creen si eres feliz o finges estarlo. Se trata del equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bien estar. Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser mas, no de tener más.
    ESTO ES ÉXITO.

    Autor: Carlos Slim

    Venciendo el temor al fracaso.

    Venciendo el temor al fracaso


    El temor al fracaso es una respuesta condicionada que se aprende en la infancia. todo el mundo tiene una cierta cantidad de este temor. Te hace ser prudente, lo cual con moderación es una buena cosa. Pero cuando el temor al fracaso se lleva demasiado lejos, puede llegar a ser serio obstáculo para el éxito y el bienestar.
    Todo el mundo experimenta alguna clase de temor. La persona valiente no es una persona que no siente miedo, sino la persona que actúa a pesar de su miedo. Cuando haces frente a tus temores y les sales al paso, estos disminuyen y se hacen más pequeños. Pero cuando rehuyes a la persona o situación causante de tu temor, éste crece hasta el punto que puede llegar a dominar por completo tu vida.
    Hazte esta afirmación con energía y convicción. ¡Puedo hacerlo!, ¡puedo hacerlo!, ¡puedo hacerlo!, ¡puedo hacerlo!. Esta afirmación cortocircuita y anula el sentimiento de: ¡No puedo!, ¡no puedo!, ¡no puedo!
    Luego haz la cosa que temes, enfréntate a tu temor. Sal a su paso. Considera tu temor específico como un desafío y, en vez de retroceder ante él o evitarlo dale la cara.
    Decide exactamente lo que quieres y luego actúa como si fuese imposible
    fallar.
    • Actúa como si el temor no existiese. Finge que no tienes temor.
    • Pregunta siempre cuál es la peor cosa que puede ocurrirte si sigues adelante y cuál es la mejor cosa que podría ocurrirte si tienes éxito.
    Muchas veces comprobarás que la peor cosa que podría sucederte es muy pequeña, mientras que la mejor cosa que podría sucederte es bastante significativa.
    Brian Tracy.

    ¿ Quien gana la discusión?


    Cuando dos personas discuten, ninguna de ellas gana. Aparentemente sale vencedor quien logra callar al contrincante, ya sea por la razón o la fuerza. Pero habrá ganado un enemigo que, consciente o inconscientemente, aprovechará la primera oportunidad que se le presente para desquitarse.

 A nadie le gusta perder.
    A nadie le agrada que su ego sea dañado. Mucho menos que se le humille y, peor aún, delante de otras personas. Se molesta a quien se le diga que se ha equivocado.

 La única manera de ganar una discusión es evitándola. Y si tiene necesariamente que llamar la atención de algo, llegará mucho mejor su mensaje si lo hace en forma indirecta, permitiendo que el otro salve su honor. 

¿Y qué relación tiene esto con el punto de equilibrio? Aquí viene: cuando hay desacuerdos es conveniente buscar ese punto. Esto quiere decir, conversar primero sobre los temas en que se está de acuerdo.
    Póngase en el lugar del otro y concuerde entusiasta en todo lo que comparten. A partir de allí, comience a plantear las diferencias. Si es posible, señálelas que se demuestre que es bueno para la otra persona, o al menos, que nada tiene que temer.

 Si necesita influir sobre otra persona, tráigala a su terreno. O al menos, busque un terreno neutral.

    lunes, 31 de octubre de 2011

    El Halloween y el Cristianismo.

     
     
    Es impresionante el poder de la publicidad en nuestro medio la cual nos lleva a comprar, a pensar y a vivir de una manera en la que ni siquiera hemos reflexionado. Cuando nos damos cuenta estamos atrapados por el consumismo el cual no respeta edad, nacionalidad o creencia religiosa. Se vale de cualquier elemento para atraer nuestra atención con el fin de vender. El problema es que muchas veces, los que salimos más perjudicados con esto somos los cristianos.

    Entre los ejemplos que podríamos mencionar están la Navidad y la fiesta de Todos los Santos. En la primera nos damos cuenta, con bastante tristeza, que el día de Navidad, estamos llenos de regalos, sin un centavo en la bolsa y lo peor, es que nuestro actividad “compradora” ha dejado de lado la preparación espiritual para la fiesta del “nacimiento de Cristo”. Se ha cambiado su figura por un Santa Claus y la cena de Navidad consiste en el intercambio de regalos y una exquisita cena (si ésta es posible dado que ya se gastó uno todo el aguinaldo y las tarjetas de crédito están hasta el tope). De manera que nuestra fiesta cristiana, poco a poco se ha ido transformando en una fiesta comercial, en la que muchas veces el único ausente es precisamente el festejado: Cristo.

    Caso semejante sucede con la celebración de “Todos los Santos” en donde vemos que al aproximarse el 31 de Octubre las tiendas se ven llenas de: mascaras, trajes de monstruos, atuendos de brujas, calabazas con expresiones terroríficas, etc., en fin, de artículos que poco tendrían que ver con nuestra fe y con la fiesta que se celebrará. Dado que nos acercamos a esta fecha, quisiera compartir contigo algunos elementos de reflexión que nos lleven a valorar nuestra fe y a no dejarnos influenciar por el mercantilismo que puede incluso cambiar o destruir nuestra fe y nuestras costumbres.


    UN POCO DE HISTORIA

    Podemos considerar que celebración del Halloween tiene dos orígenes que en el transcurso de la historia se fueron mezclaron.

    a. Origen Pagano

    Por un lado encontramos que el origen paganos de la celebración podríamos atribuirlo a la celebración Celta, llamada “Samhain” y que tenía como objetivo dar culto a los muertos. La invasión de los Romanos (46 A.C) a las Islas Británicas dio como resultado la mezcla de la cultura Celta, la cual con el tiempo terminó por desaparecer. Su religión llamada Druidismo, con la evangelización terminó por desaparecer en la mayoría de las comunidades Celtas a finales del siglo II.

    Sobre la religión de los Druidas, no sabemos mucho pues no escribieron sobre ella, todo se pasaba de generación en generación. Sabemos, que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de Noviembre (a la mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de “los muertos” y con ello se iniciaba el año nuevo Celta. Esta fiesta de los muertos ere una de sus fiestas principales pues celebraban lo que para nosotros sería el “cielo y la tierra” (conceptos que llegaron solo con el cristianismo). Para ellos el lugar de los muertos era un lugar de felicidad perfecta en la que no había hambre ni dolor. Los celtas celebraban esta fiesta con ritos en los cuales, los sacerdotes druidas, sirviendo como “médium”, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortal. Se dice que los “espíritus” de los muertos venían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares.

    b. Origen Cristiano


    Desde el siglo IV la Iglesia de Siria consagraba un día a festejar a “Todos los Mártires”. Tres siglos más tarde el Papa Bonifacio IV (+615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (panteón) en un templo cristiano dedicándolo a “Todos los Santos”, a todos aquellos que nos habían precedido en la fe. La fiesta en honor de Todos los Santos, inicialmente se celebraba el 13 de Mayo, pero fue el Papa Gregorio III (+741) quien la cambió de fecha al 1º de Noviembre, que era el día de la “Dedicación” de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la Fiesta de “Todos los Santos” se celebrara universalmente. Como fiesta mayor, ésta también tuvo su celebración vespertina en la “vigilia” para prepara la fiesta (31 de Octubre). Esta vigilia vespertina del día anterior a la fiesta de Todos los Santos, dentro de la cultura Inglesa se tradujo al inglés como: “All Hallow’s Even” (Vigilia de Todos los Santos). Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando primero a “All Hallowed Eve”, posteriormente cambio a “All Hallow Een” para terminar en la palabra que hoy conocemos “Halloween”.

    Por otro lado ya desde el año 998, San Odilo, abad del monasterio de Cluny, en el sur de Francia, había añadido la celebración del 2 de Noviembre, como una fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada fiesta de los “Fieles Difuntos” la cual se difundió en Francia y luego en toda Europa.


    HALLOWEEN EN NUESTROS DÍAS


    Si analizamos la actual celebración del Halloween veremos que poco tiene que ver con sus orígenes. De ellos solo ha quedado el hecho de la celebración de los muertos pero dándole un carácter TOTALMENTE distinto al que tuvo en sus orígenes y agregándole poco a poco una serie de elementos que han distorsionado totalmente la fiesta sea “de los muertos (difuntos)” como de “todos los santos”.

    Entre los elementos que se le han agregado, tenemos por ejemplo, la tradición de “disfrazarse” la cual muy posiblemente nació en Francia entre los siglos XIV y XV durante la celebración de la Fiesta de “Todos los Santos”. Durante esta época Europa fue flagelada por la plaga bubónica o “peste bubónica” (también conocida como “la muerte negra”) en la cual murió alrededor de la mitad de la población. Esto creó en los Católicos un gran temor a la muerte y una gran preocupación por ésta. Se multiplicaron las “misas” en la fiesta de los “Fieles Difuntos” (2 de Noviembre) y nacieron muchas representaciones artísticas que le recordaban a la gente su propia mortalidad.

    Estas representaciones eran conocidas como la “Danza de la Muerte”. Dado el espíritu “burlesco” de los franceses, en la víspera de la fiesta de los “Fieles Difuntos”, se adornaban las paredes de los cementerios con imágenes en las cuales se veía al diablo guiando una cadena de gente: Papas, reyes, damas, caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc. (la muerte no respeta a nadie), y los conducía hacia la tumba. Estas representaciones eran hechas también a base de cuadros plásticos, con gente disfrazada de personalidades famosas y en las distintas etapas de la vida, incluida la muerte a la que todos debían de llegar.

    Al parecer la tradición “dulce o travesura” (Trick or Treat), tiene su origen en la persecución que hicieron los protestantes en Inglaterra (1500-1700) contra los católicos. En este periodo en Inglaterra los católicos no tenían derechos legales: No podían ejercer ningún puesto público y los perseguían con multas, impuestos elevados y hasta cárcel. El celebrar misa era una ofensa capital y cientos de sacerdotes fueron martirizados.

    Un incidente, producto de esta persecución y de la defensa del catolicismo fue el intento de hacer volar al rey protestante Jaime I y su Parlamento con “pólvora de cañón”, marcando así el inicio de un levantamiento católico contra sus opresores. Sin embargo el “Plan pólvora de cañón” (“Gunpowder Plot”) fue descubierto en Noviembre 5, 1605, cuando el que cuidaba la pólvora, un convertido descuidado, llamado Guy Fawkes, fue capturado y ahorcado. Esto generó una fiesta que muy pronto se convirtió en una gran celebración en Inglaterra (incluso hasta nuestros días). Muchas bandas de protestantes, ocultos con máscaras, celebraban esta fecha visitando a los católicos de la localidad y exigiéndoles cerveza y pasteles para su celebración, diciéndoles: “Trick or Treat”. Más tarde el “Día de Guy Fawkes” llegó a las colonias con los primeros colonos que llegaron a América trasladándose al 31 de octubre para unirla con la fiesta del Halloween. Podemos entonces darnos cuenta que la actual fiesta del “Halloween” es producto de la mezcla de muchas tradiciones que los inmigrantes trajeron a
    los Estados Unidos desde los inicios del 1800, tradiciones que ya han quedado olvidadas en Europa pues solo tienen sentido en la integración que la cultura americana le ha dado en esta celebración.


    NUEVOS ELEMENTOS DEL HALLOWEEN


    Muy posiblemente, producto de su identificación con la fiesta de los Druidas, en la cual se “invocaba” a los muertos y los mismos sacerdotes servían de médium, esta celebración del 31 de Octubre, se ha ido identificando con diversos grupos “neo paganos” y peor aun con celebraciones satánicas y ocultistas.

    El festival a “Samhain” llamado hoy en día el “festival de la muerte” es hoy reconocido por todos los satanistas, ocultistas y adoradores del diablo como víspera del año nuevo para la brujería. Anton LaVey, autor de la “La Biblia Satánica” y sumo sacerdote de la Iglesia de Satanás, dice que hay tres días importantes para los satanistas: (1). Su cumpleaños; (2). El 30 de Abril y (3). Y el mas importante el Halloween. LaVey dice que es en esta noche que los poderes satánicos, ocultos y de brujería están en su nivel de potencia más alto. Y que cualquier brujo u oculista que ha tenido dificultad con un hechizo o maldición normalmente puede tener éxito el 31 de Octubre, porque Satanás y sus poderes están en su punto más fuerte esta noche. Por otro lado el 31 de Octubre, de acuerdo a la enciclopedia “World Book” Halloween, es la víspera del año nuevo para la brujería y dice que es el principio de todo lo que es “frío, oscuro y muerto”.

    Hollywood ha contribuido también a la distorsión de esta fiesta creando una serie de películas como “Halloween” en las cuales la violencia gráfica, los asesinatos, etc., crean en el espectador en estado de angustia y ansiedad (No podemos decir que estas películas son solo para adultos, pues es una realidad que dada nuestra cultura y el relajamiento en la censura pueden ser vistas, muchas de estas, incluso en la televisión comercial creando en los niños miedo y sobre todo una idea errónea de la realidad).

    Esta fiesta se ha ligado de tal manera al ocultismo que es un hecho comprobado que la noche del 31 de Octubre en Irlanda, Estados Unidos, México y en muchos otros piases se realizan misas negras, cultos espiritistas, y otras reuniones relacionadas con el mal y el ocultismo. Podemos darnos cuenta, entonces que queriendo o no estos elementos, se han mezclado también en la celebración actual del Halloween y como producto de esta influencia, se han agregado a los disfraces, las tarjetas y todos los elementos comerciales: las brujas, los gatos negros, los vampiros, los fantasmas y toda clase de Monstruos terroríficos muchos de ellos con expresiones verdaderamente satánicas.
     
     
    Pbro. Ernesto Caro 

    Día de todos los muertos.


    El Día de los Muertos se celebra en México el 2 de noviembre. En este día, las familias mexicanas van a los panteones, visitan las tumbas de sus familiares, las limpian y tal vez pintan las lápidas, ponen flores, especialmente flores de muerto (zempasuchil o maravillas) y encienden velas.

    También en sus casas, las familias mexicanas hacen altares especiales, dedicados a sus familiares muertos. Los altares pueden ser desde muy sencillos hasta muy elaborados, usualmente llenos de objetos que daban placer en vida a la persona muerta, incluyendo la comida y bebida favorita. Los altares dedicados a las animas de los niños muertos incluyen juguetes, dulces y otras golosinas.

    El Día de los Muertos se celebra en México el 2 de noviembre. En este día, las familias mexicanas van a los panteones, visitan las tumbas de sus familiares, las limpian y tal vez pintan las lápidas, ponen flores, especialmente flores de muerto (zempasuchil o maravillas) y encienden velas.

    También en sus casas, las familias mexicanas hacen altares especiales, dedicados a sus familiares muertos. Los altares pueden ser de muy sencillos a muy elaborados, usualmente llenos de objetos que daban placer en vida a la persona muerta, incluyendo la comida y bebida favorita. Los altares dedicados a las ánimas de los niños muertos incluyen juguetes, dulces y otras golosinas.

    Los altares u "ofrendas" también contienen objetos de figuras de azúcar o "alfeñique." Estos objetos pueden ser animalitos como borregos, platos de comida en miniatura (enchiladas de mole), ataúdes, a veces con calacas, y por supuesto, calaveras. Estas calaveras se hacen con una mezcla de agua hervida, azúcar glasé y limón, vaciado en unos moldes de barro, remojados en agua. Se decoran las calaveras con papel metálico para los ojos y un tipo de betún colorado para el cabello. Se pueden escribir nombres en las calaveras, y los niños mexicanos, muchas veces, intercambian estas calaveras con sus amigos.

    También hay papel picado en las ofrendas. Esta arte de papel picado en México es una tradición muy antigua. El pueblito de San Salvador Huixcolotla, estado de Puebla, tiene fama por su arte fino de papel picado. Aunque el papel picado se usa como decoración en muchas fiestas mexicanas como bodas y bautizos, también este tipo de decoración, con temas del Día de los Muertos, es muy popular.


    2. Origen del día de los muertos en México

    La fiesta que celebramos los días 1 y 2 de Noviembre tiene orígenes prehispánicos. En todas las culturas del México antiguo (Mayas, Olmecas, Mexicas, etc.) la muerte ocupaba un lugar muy importante. Los antiguos mexicanos, igual que en las culturas europeas y orientales, pensaban que el Espíritu de los hombres era inmortal, esto es, que existía un lugar a donde iban a parar las almas de los muertos. Los Nahuas o Mexicas llamaron Mictlán a ese lugar.

    A pesar de la similitud con la creencia cristiana, existen diferencias importantes. Una de ellas es que al Mictlán van todos los muertos sin importar como se portaron en este mundo (es decir, no existía el concepto de "buenos" y "malos", por lo tanto no se trataba de premios y castigos). Sin embargo, no todos los muertos eran iguales. Muchos de ellos se convertían en dioses, según hubiera sido su muerte. Los guerreros muertos en combate, se convertían en aves de plumaje muy colorido, que tenían la misión de acompañar al sol en su recorrido diario, especialmente al amanecer y en el atardecer.

    Las mujeres que morían en su primer parto, recibían el nombre de Cihuateteo, y también tenían un lugar especial en el Mictlán. De esa manera los Mexicas rendían homenaje, tanto a la guerra como a la fertilidad (no debemos olvidar que fueron una civilización fundamentalmente guerrera). Los sacrificios humanos, también tenían una función ritual. Los prisioneros de guerra eran sacrificados porque pensaban que el sol necesitaba alimentarse con sangre para que tuviera la energía necesaria para que continuara su movimiento.

    Pero el viaje a Mictlán era peligroso. Los muertos tenían que atravesar un río muy profundo, escalar montañas, pelear con fieras salvajes, etc. Por eso, cuando moría una persona era enterrada con un ofrenda, que consistía en cuchillos de obsidiana, comida y bebida suficiente para el viaje, un perro que los acompañara, y si el muerto era un personaje importante, lo enterraban con algunos sirvientes.

    Durante la colonia, los misioneros cristianos trataron de erradicar esta costumbre. Lo único que consiguieron fue modificarla. La hicieron coincidir con la fiesta religiosa de "Todos los Santos".

    Pero en la conciencia de los indígenas quedaron restos de su tradición original. La celebración actual conserva todavía el concepto de que los muertos no "mueren", sino que solamente se fueron a vivir a otro lado, y pueden recorrer el camino de regreso si tienen la comida suficiente para soportar la caminata. Por eso se ponen ofrendas en las casa. Es una forma de estimular a los seres queridos para que vengan a visitarnos de vez en cuando (esta es una idea que se contrapone con la idea universal de que los muertos "asustan". Las personas que amamos cuando vivían jamás podrán hacernos daño, y la mejor manera de recordarlas es invitándola a comer lo que a ellas más les gustaba. Esto sólo se da en México).

    La muerte es el destino inexorable de toda vida humana y es natural que nos asuste y angustie su realidad, sobre todo cuando vemos de cerca el peligro de morir o cuando afecta a nuestros seres queridos.

    Este resumen dedicado a la celebración del Día de Muertos tiene el propósito de acercar a niños y adultos con la idea de la muerte, para que la vayan aceptando como parte inevitable de la vida humana, conocer cómo algunas culturas antiguas también hacían ritos sobre la muerte; y fortalecer el carácter desde el punto de vista religioso.

    Además, espero pueda ayudar a entender mejor la sensibilidad mexicana, nuestra manera tan particular entender y dar sentido a la celebración del Día de Muertos.

    Más que el hecho de morir, importa más lo que sigue al morir. Ese otro mundo sobre el que hacemos representaciones, costumbres y tradiciones que se convierten en culturas, todas de igual importancia, pues ante el camino desconocido que la muerte nos señala, sólo es posible imaginarla con símbolos.


    3. El culto a los muertos en otras culturas


    En las culturas antiguas como la China y Egipcia el culto a los muertos es un símbolo de unidad familiar. Les rendían culto construyendo templos y pirámides.

    En la cultura China por ejemplo, en los aniversarios, se quemaba incienso, se encendían candelas y colocaban ofrendas de alimentos sobre un altar. Eran los días en los que se recordaba las grandes deudas que se tenían con los antepasados.

    Los antiguos egipcios creían que el individuo tenía dos espíritus. Cuando fallece, uno va al más allá y el segundo queda vagando en el espacio, por lo que tiene necesidad de comer. Consideraban que este espíritu vivía en el cuerpo que ellos cuidadosamente habían embalsamado, de esta manera el espíritu podía seguir existiendo. Este espíritu era quien recibía las ofrendas.


    Los Aztecas Y El Culto A La Muerte

    La fiesta de
    muertos está vinculada con el calendario agrícola prehispánico, porque es la única fiesta que se celebraba cuando iniciaba la recolección o cosecha. Es decir, es el primer gran banquete después de la temporada de escasez de los meses anteriores y que se compartía hasta con los muertos.

    En la cultura Náhuatl se consideraba que el destino del hombre era perecer. Este concepto se detecta en los escritos que sobre esa época se tienen. Por ejemplo, existe un poema del rey y poeta Netzahualcóyotl (1391-1472): Somos mortales / todos habremos de irnos, / todos habremos de morir en la tierra... / Como una pintura, / todos iremos borrando. / Como una flor, / nos iremos secando / aquí sobre la tierra... / Meditadlo, señores águilas y tigres, / aunque fuerais de jade, / aunque fuerais de oro, / también allá iréis / al lugar de los descansos. / Tendremos que despertar, / nadie habrá de quedar.

    Este sentimiento de la representación del destino se debe entender en el sentido de que el pueblo azteca se concebían como soldados del Sol, cuyos ritos contribuían a fortalecer al Sol-Tonatiuh en su combate divino contra las estrellas, símbolos del mal y de la noche o de la oscuridad. Los aztecas ofrecían sacrificios a sus dioses y, en justa retribución, éstos derramaban sobre la humanidad la luz o el día y la lluvia para hacer crecer la vida.

    El culto a la muerte es uno de los elementos básicos de la religión de los antiguos mexicanos. Creían que la muerte y la vida constituyen una unidad. Para los pueblos prehispánicos la muerte no es el fin de la existencia, es un camino de transición hacia algo mejor.
    Esto salta a la vista en los símbolos que encontramos en su arquitectura, escultura y cerámicas, así como en los cantos poéticos donde se evidencia el dolor y la angustia que provoca el paso a la muerte, al Mictlán, lugar de los muertos o descarnados que esperan como destino más benigno los paraísos del Tlalocan.

    [Atado de Caña]
    [Mictlantecuhtli]
    [Momia prehispánica]

    Los aztecas dividían el tiempo en siglos de 52 años. Al final de cada ciclo, celebraban una ceremonia llamada "la atadura de los años". En la escultura, cada ciclo está representado por un "atado de cañas". Este atado esculpido en piedra simboliza el fin de un cliclo azteca.

    Mictlantecuhtli era el dios de los muertos. Los que morían de muerte natural iban al "Mictlan"

    Los habitantes de mesoamérica creían que después de morir, continuarían viviendo en otro modo. los muertos eran enterrados con toda case de objetos que pudieran serles útil en su viaje al Mictlan.

    El sacrificio de muerte no es un propósito personal; la muerte se justifica en el bien colectivo, la continuidad de la creación; importa la salud del mundo y no entraña la salvación individual. Los muertos desaparecen para volver al mundo de las sombras, para fundirse al aire, al fuego y a la tierra; regresa a la esencia que anima el universo.

    Los sacrificios humanos se consideran como el tributo que los pueblos vencedores pagaban a sus dioses, y ellos a su vez alimentaban la vida del universo y a su sociedad.

    Por otro lado, cuando alguien moría, organizaban fiestas para ayudar al espíritu en su camino. Como en la antigua cultura egipcia, los antiguos mexicanos enterraban a sus muertos envueltos en un "petate", les ponían comida para cuando sintieran hambre, ya que su viaje por el Chignahuapan (del náhuatl: nueva apan, en el río; o "sobre los nueve ríos"), parecido al purgatorio, era muy difícil de transitar porque encontrarían lugares fríos y calurosos.


    4. La celebración en la actualidad
    Esta celebración conserva mucha de la influencia prehispánica del culto a los muertos, las encontramos en Tláhuac, Xochimilco y Mixquic, lugares cercanos a la ciudad de México. En el estado de Michoacán las ceremonias más importantes son las de los indios purépechas del famoso lago de Pátzcuaro, especialmente en la isla de Janitzio. Igualmente importantes son las ceremonias que se hacen en poblados del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y en Cuetzalán, Puebla.

    Sobre sus altares encienden velas de cera, queman incienso en bracerillos de barro cocido, colocan imágenes cristianas: un crucifijo y la virgen de Guadalupe. Ponen retratos de sus seres fallecidos. En platos de barro cocido se colocan los alimentos, estos son productos que generalmente ahí se consumen, platillos propios de la región. Bebidas embriagantes o vasos con agua, jugos de frutas, panes de muerto, adornados con azúcar roja que simula la sangre. Galletas, frutas de horno y dulces hechos con calabaza.


    Sentido Mexicano De La Muerte

    En el México contemporáneo tenemos un sentimiento especial ante el fenómeno natural que es la muerte y el dolor que nos produce. La muerte es como un espejo que refleja la forma en que hemos vivido y nuestro arrepentimiento. Cuando la muerte llega, nos ilumina la vida. Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo la vida, "dime como mueres y te diré como
    eres".

    Haciendo una confrontación de los cultos prehispánicos y la religión cristiana, se sostiene que la muerte no es el fin natural de la vida, sino fase de un ciclo infinito. Vida, muerte y resurrección son los estadios del proceso que nos enseña la religión Cristiana. De acuerdo con el concepto prehispánico de la muerte, el sacrificio de la muerte -el acto de morir- es el acceder al proceso creador que da la vida. El cuerpo muere y el espíritu es entregado a Dios (a los dioses) como la deuda contraída por habernos dado la vida.

    Pero el cristianismo modifica el sacrificio de la muerte. La muerte y la salvación se vuelven personales, para los cristianos el individuo es el que cuenta.

    Las creencias vuelven a unirse en cuanto que la vida sólo se justifica y trasciende cuando se realiza en la muerte. La creencia de la muerte es el fin inevitable de un proceso natural. Lo vemos todos los días, las flores nacen y después mueren. Los animales nacen y después mueren. Nosotros nacemos, crecemos, nos reproducimos en nuestros hijos, después nos hacemos viejos y morimos. A menudo en un accidente perdemos a nuestros seres queridos, un amigo, un hijo o un hermano. Es un hecho que la muerte existe, pero nadie piensa en su propia muerte. En las culturas contemporáneas la "muerte" es una palabra que no se pronuncia. Los mexicanos tampoco pensamos en nuestra propia muerte, pero no le tenemos miedo porque la fe religiosa nos da la fuerza para reconocerla y porque quizas también somos un poco indiferentes a la vida, supongo que así es como nos justificamos.

    El desprecio, el miedo y el dolor que sentimos hacia la muerte se unen al culto que le profesamos. Es decir, que la muerte puede ser una venganza a la vida, porque nos libera de aquellas vanidades con las que vivimos y nos convierte, al final, a todos por igual en lo que somos, un montón de huesos.

    Entonces la muerte se vuelve jocosa e irónica, la llamamos "calaca", "huesuda", "dentona", la "flaca", la "parca". Al hecho de morir de damos definiciones como "petatearse", "estirar la pata", "pelarse" morirse. Estas expresiones son permiten jugar y en tono de burla hacer refranes y versos.

    En nuestros juegos está presente con las calaveritas de azúcar o recortes de papel, esqueletos coloridos, piñatas de esqueletos, títeres de esqueletos y cuando hacemos dibujos en caricaturas o historietas.


    El altar para el difunto.

    En algunos hogares de México es costumbre poner el altar de muertos.

    Antiguamente se ponía en la sala de la casa, a la vista de los visitantes y amigos. Hoy en día los podemos encontrar en el área más íntima de la casa.

    La ofrenda del día de muertos es la esperanza viva de convivir al menos por un día con quienes desde lejos, de un lugar muy lejano y remoto, se les permite regresar a la tierra, aquí, a esta tierra de sabores, olores, colores, sonidos y texturas... donde tienen que reaprender los sentidos y experiencias que ya no les son útiles, o al menos, compartir con nuestros elementos, aquellos que seguramente también tuvieron alguna vez como nosotros, y es nuestra forma, única posible conocida, de asegurar la comunión en la festividad.

    Por eso el color amarillo de la flor de zempaxochitl, para que puedan verlo con su mínima vista, y es entonces el camino de flores la guía primera que conduce al convite en la casa, donde el altar espera su llegada. Y necesario es también reconocer el olor de la propia casa, para que se sientan a gusto, para que se identifiquen y puedan disfrutar la estancia en el lugar de sus recuerdos. Por eso se recurre al uso del somerio o incienso, que debe ser encendido desde la propia casa y fundir ambos olores, para luego ser llevado al exterior, y así evitar que se pierda en el camino que ha de traerle de vuelta al hogar. Se dice además que el olfato es el único de los sentidos que se utilizan en el más allá, y se desarrolla para facilitar el regreso guiado por el aroma de la propia vivienda.

    Pero no es solo el recuerdo de los sentidos y la vida terrena lo que permite la comunión. Es también necesario recordarles el mundo tal y como ellos lo conocieron, el mundo que abandonaron, tan lleno de materia, tan sensorial.

    Se requiere la presencia entonces de los cuatro elementos con los que todo está formado, en conjunción: Agua, tierra, viento y fuego. Ninguna ofrenda puede estar completa si falta alguno de estos elementos, y su representación simbólica es parte fundamental de la ofrenda.

    El agua, fuente de vida, en un vaso para que al llegar puedan saciar su sed, después del largo camino recorrido. El pan, elaborado con los productos que da la tierra, para que puedan saciar su hambre. El viento, que mueve el papel picado y de colores que adorna y da alegría a la mesa. El fuego, que todo lo purifica, y es en forma de veladora como invocamos a nuestros difuntos al encenderla y decir su nombre.
    Luego, presentar los manjares que se preparan especialmente es el ágape en mayor esplendor de toda la fiesta. Dependiendo de los recursos y la zona geográfica, rondan los tamales y los buñuelos, el café y el atole, los frijoles y las corundas, el mole y las enchiladas, comida que el difunto acostumbraba y "que no se te vaya a olvidar aquel guisado que tanto le gustaba a tu abuelo, ya ves que siempre se lo hemos puesto en su altar". Hay que servir los alimentos calientes, para que despidan más olor, y puedan así disfrutar del banquete.

    No puede faltar la foto de la abuela, el sombrero del tío o la sonaja con la que el bebe no jugó. Calaveras de azúcar con los nombres de los convidados y calabaza en tacha, dulce típico de la época. Imágenes de santos, para que los acompañen y guíen por el buen camino de regreso.

    Para los niños, dulces y fruta, para los adultos, cigarros y tequila. Para todos, la esperanza de tenerlos en la mesa una vez más, compartiendo un breve instante de tiempo, de nuestro tiempo como nosotros al fin lo conocemos...


    5. La Calaca


    La muerte no siempre es solemnidad, se juega con ella, "...se invita a la "calaca" para que sea nuestra burla con versos que satirizan a todo y a todos"

    También nos la comemos en las calaveritas de azúcar que traen los nombres de las futuras víctimas, o bien saboreamos los huesos de la "pelona" sopeados en un espeso chocolate cuando comemos el pan de muertos. Las calaverias de azucar son las que se colocan en los altares, es común que en este día se hagan regalos de esta clase.

    El Día de Muertos es una celebración anual de raíces prehispánicas y modalidad cristiana, que se lleva a cabo el día 2 de noviembre para conmemorar a los fieles difuntos. Aunque presenta múltiples manifestaciones según la región en que se practique, es muy común encontrar en los hogares mexicanos altares que permanecen varios días, adornados con papel picado y flores de cempasúchil, en los que se colocan, además de velas y veladoras, imágenes de santos o de difuntos y ofrendas consistentes en platillos típicos de la zona (tamales, moles, atoles y en general todos aquellos que prefirieron los difuntos). Esta tradición se basa en la creencia de que en esta época del año las "almas" de los muertos pueden visitar a sus parientes de este mundo; las luces de las veladoras hacen las veces de faros que guían a cada una hasta su altar respectivo, para que al llegar a éste pueda consumir lo que se les ha preparado.

    Se cree que si se prueban los alimentos una vez que el "alma" ha visitado su altar, éstos carecen de olor o de sabor, debido a que el espíritu ha consumido su "esencia". A los panteones también se llevan alimentos, flores de cempasúchil y veladoras que se colocan sobre las tumbas, con el mismo sentido que en los altares domésticos.

    A pesar de tener como base la celebración cristiana de Todos Santos y los Fieles Difuntos, esta tradición parece conservar elementos de las ceremonias indígenas de los meses ochpaniztli y teotleco, durante las cuales se ofrendaban a los manes flores de cempasúchil y tamales de maíz, en una época del año en que acaban de levantarse las cosechas: fines de octubre y principios de noviembre. Hoy, al igual que en tiempos prehispánicos, se lleva a cabo esta celebración de manera festiva, pues conlleva la idea de renovación de la fertilidad. Se concede cierta "libertad de carnaval", ostensible en muchas obras del arte popular, así como en las "calaveras" , pequeños versos satíricos en que los temas centrales son la política y los políticos, los personajes populares y los amigos, siempre acompañados por "la pelona", "la flaca" u otros epítetos de la muerte, que nunca aparece con un tinte macabro. Además, en esos días se consume "pan de muerto", hogazas de forma semiesférica adornadas con "huesos" y "lágrimas" de la misma pasta; dulce de calabaza y "calaveras" de azúcar que llevan nombres propios y son un regalo común.

    martes, 25 de octubre de 2011

    Sólo semillas.

     

    Cuentan que un joven paseaba una vez por una ciudad desconocida, cuando, de pronto, se encontró con un comercio sobre cuya marquesina se leía un extraño rótulo: "La Felicidad".

    Al entrar descubrió que, tras los mostradores, quienes despachaban eran ángeles. Y, medio asustado, se acercó a uno de ellos y le preguntó.

    - "Por favor, ¿qué venden aquí ustedes?"

    - "¿Aquí? -respondió el ángel-. Aquí vendemos absolutamente de todo".

    "¡Ah! - dijo asombrado el joven -. Sírvanme entonces el fin de todas las guerras del mundo; muchas toneladas de amor entre los hombres; un gran bidón de comprensión entre las familias; más tiempo de los padres para jugar con sus hijos..."

    Y así prosiguió hasta que el ángel, muy respetuoso, le cortó la palabra y le dijo: "Perdone usted, señor. Creo que no me he explicado bien. Aquí no vendemos frutos, sino semillas."

    Diálogo entre santanas y Jesús.

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    Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de venir justamente del Jardín del Edén y estaba gozándose y jactándose.
    - ¡Sí, señor! Sorprendí al mundo lleno de gente perdida. Les puse una trampa, usé un anzuelo que estoy seguro no podrán resistir. ¡¡¡Los tendré a todos!!!
    - "¿Qué vas a hacer con ellos?" - le preguntó Jesús -.
    - "¡Me voy a divertir! - contestó Satanás -. "Les enseñaré cómo casarse y divorciarse, cómo odiarse y abusar el uno del otro, cómo excederse bebiendo y fumando, cómo blasfemar. Les enseñaré a inventar armas y bombas para que se maten entre ellos. Les enseñaré a crear programas de televisión que corrompan a los jóvenes. ¡Realmente me divertiré!"

    - "¿Y qué vas a hacer con ellos cuando hayas terminado?" - preguntó Jesús -.
    - "¡Los mataré!" - respondió Satanás orgullosamente -.
    - "¿Cuánto quieres por ellos?" - preguntó Jesús -.
    - "No, tú no quieres a esa gente. Ellos no son buenos. ¿Por qué los querrías si ellos te odian? ¡Te escupirán y te matarán! ¡¡Tú no quieres a esa gente!!"
    - "¿Cuánto?" - preguntó nuevamente Jesús -.
    - "Todas tus lágrimas y toda tu sangre" - Satanás respondió a Jesús burlándose-.
    - "¡HECHO!" - dijo Jesús -.
    Entonces, Él pagó el precio.

    lunes, 24 de octubre de 2011

    Lo principal.


     


















    Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que salía de adentro y le decía: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal, después de que salgas la puerta se cerrará para siempre, por lo tanto aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal...". La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro, por las joyas, puso al bebé en el piso y empezó a juntar ansiosamente todo lo que podía, en su delantal. La voz misteriosa habló nuevamente: "Tienes sólo cuatro minutos..." Agotados los cuatro minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró, recordó entonces que su bebé quedó adentro y la puerta estaba cerrada para siempre... La riqueza duró poco y la desesperación toda la vida.


    Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte "no te olvides de lo principal"... Y lo principal son los valores espirituales, la oración, la familia, los amigos, la vida. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre lo dejamos de lado... Así agotamos nuestro tiempo aquí y dejamos a un lado lo esencial: "Los tesoros del alma" . El tiempo pasa; ¡ la eternidad se acerca !

    "No te prometo la felicidad ni aquí ni ahora..." decía Nuestra Señora a Santa Bernardita en Lourdes, la cual sufrió mucho, pero amando a Nuestro Señor Jesucristo, jamás nos olvidemos que la vida en este mundo pasa rápido, que la muerte llega, y cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones. Ahora es la misericordia. no quites tus ojos de lo más importante que es Dios, de su amor hacia nosotros, (expresado, de modo especialísimo, en el santo sacrificio) de mostrar verdadero amor hacia los demás...(por Dios) y no desvíes tu vista ni pierdas tu tiempo en cosas de valor pasajero...

    domingo, 23 de octubre de 2011

    Fracasar es distinto a sentirse fracasado.


    En la búsqueda de la efectividad personal es muy importante la interpretación que hagamos del “fracaso”. Igual que cualquier interpretación, ella nos deja un espacio disponible para el pensamiento y para la acción. Por lo general no somos conscientes de estos espacios y tenemos interpretaciones que no nos ayudan en el logro de nuestros objetivos.
    “Cuando fracasas y te caes o te equivocas en algo, puedes desistir. Pero si te levantas una vez más de las que te caes y aprendes de tu error cada vez que te equivocas, el éxito te estará esperando. Porque el levantarte y volver a empezar será la posibilidad de tu propia elección”
    Considerar “fracaso” a una situación, simplemente nos mal predispone a las acciones futuras y ¿para qué? Si pensar en “fracaso” es solamente una interpretación que hacemos de los hechos. No es como son las cosas. Te lo muestro con un ejemplo: Hago una promoción que no funciona como yo esperaba.
    El hecho es: esta promoción hecha de esta manera y en este momento no me dio los resultados que yo espero hoy.
    La interpretación negativa podría ser: Fracasé, o lo que es peor aún, “soy un fracaso”.
    La interpretación positiva podría ser: esta promoción hecha de esta manera en este momento no me dio los resultados que yo espero hoy.
    ¿Y si hiciera otro tipo de promoción?
    ¿Y si la hiciera de otra manera?
    ¿Y si la hiciera en otro momento?
    ¿Y si la dirigiera a otro grupo de gente?
    ¿Y si solicitara ayuda a un especialista?
    ¿Qué me muestra el que no haya funcionado?
    ¿Qué aprendizaje me queda de esta situación?
    Patricia Hashuel

    Puede ser maravillosamente diferente.


    Los seres humanos tenemos necesidades básicas. Las compartimos con todos, independiente de la edad, la raza, la cultura o el sexo. Una de ellas es la necesidad de ser apreciado.
    Si le manifestamos aprecio a alguien, le alegramos el día. Si varios le manifiestan aprecio, la persona se emocionará hasta las lágrimas. Quizás a ti mismo te haya sucedido.
    Estoy seguro que en tu vida hay muchas personas que tú aprecias, que han significado algo importante en algún momento de tu vida. La pregunta es: ¿les has manifestado tu aprecio?
    Si eres de las personas que va por el mundo esperando que los demás te aprecien y reconozcan, es normal. Estás en la inmensa mayoría. Lo novedoso es que puedes ser maravillosamente diferente. Puedes ir por el mundo buscando personas a quien manifestar tu aprecio. ¡Esto es revolucionario!
    No estarás, como todos los demás, esperando que alguien te manifieste aprecio, sino que tú les dirás a los demás que los aprecias. Si lo haces con sinceridad, obrarás milagros. Tu vida y la de los demás será mucho más dichosa.

    Autor: Sergio Valdivia

    La felicidad fluye de las acciones diarias.

    De nuestra vida tienen que fluid, ríos de agua viva.





    La felicidad es el destino del hombre. Todos apetecemos durables goces y placeres. Si nos preguntaran cuáles son nuestros tres más ardientes anhelos, la mayoría responderíamos: salud, riqueza y felicidad; pero si la pregunta se contrajese al supremo anhelo, la mayor parte lo cifrarían en la felicidad.
    Verdaderamente todo ser humano anda en perpetua busqueda de la felicidad, pues aun sin darnos cuenta nos asalta este poderoso incentivo. Todos. nos esforzamos en mejorar las condiciones de nuestra vida para vivir con algún mayor desahogo, creyendo que esto ha de darnos la felicidad.
    Poco a poco, procuramos emanciparnos de tareas ingratas y duras; pero aun cuando desde los albores de la historia haya ido la raza humana en busca de la felicidad ¡cuán pocos la poseyeron y cuán menos supieron lo que es!
    Quien fue en busca de la felicidad no la halló donde la buscaba; pues nadie puede hallarla si va en pos de ella, porque dimana de las acciones y no es producto de caza como las reses acosadas por los ojeadores.
    Tan sencilla es la verdadera felicidad, que la mayor parte de las gentes no reparan en ella. Es hija de lo más humilde, tranquilo y modesto que en el mundo existe.
    La felicidad no mora entre los ruines ideales del egoísmo, ociosidad y discordia. Por el contrario, es amiga de la armonía, de la verdad, belleza, cariño y sencillez. Multitud de hombres alegan riquezas, pero a costa de su impotencia para disfrutarlas.
    Orison Swett M.

    Mi hijo nació con síndrome de down.

    Síndrome de Down




    MI HIJO NACIÓ CON SÍNDROME DE DOWN
    Hace poco nació nuestro sexto hijo, Miguel. Cuando estaba en el quinto mes de gestación, detectaron que el feto tenía un problema cardíaco: tenía un canal aurículo-ventricular, es decir, el tabique que divide el corazón entre aurículas y ventrículos no estaba formado del todo; además, sólo tiene una válvula, en lugar de las dos que debe haber.
    Lo primero que me auguraron fue, que el niño no llegaría a nacer, dada la gravedad de la lesión.

    De todos modos, me dijeron que debía visitar a un cardiólogo, y me recomendaron que me pusiera en contacto con el jefe de cardiología del Hospital de San Juan de Dios, pues tiene el mejor equipo de cardiólogos probablemente de España. Tan pronto hablé con el cardiólogo, éste me tranquilizó, pues me indicó que esta lesión, aunque grave, no era mortal, y que tenía solución quirúrgica. Que su equipo había intervenido con éxito muchos niños con esa misma lesión, y que con una sola operación, que se suele realizar entre los seis meses y el año de vida del niño, se soluciona el problema para toda la vida. También me comentó que ese tipo de lesiones, suele ir asociado a niños con síndrome de Down en un cincuenta por ciento de los casos, así que debíamos estar preparados por si era éste nuestro caso.

    Pasaron los meses, me fueron controlando el embarazo y la cardiopatía desde San Juan de Dios, y por fin nació el niño en este hospital. Lo ingresaron en la unidad de neonatos, para tenerlo en observación, pues según me dijeron, este tipo de lesión provoca que, en un momento dado, haya un excesivo riego sanguíneo hacia los pulmones, y se produzca entonces un bloqueo pulmonar, lo que hace que el niño tenga dificultades respiratorias importantes. Se confirmó que Miguel tiene síndrome de Down. Como me dijeron que existía un riesgo para la vida del niño, pues el riesgo siempre existe en estos casos, lo bautizamos a los cuatro días de vida en el mismo hospital, para lo cual, tanto los pediatras como los hermanos y la encargada del servicio religioso de San Juan de Dios, nos dieron todo tipo de facilidades. Incluso nos dejaron sacar al niño de la unidad de neonatos el ratito que duró el bautizo, para poder realizar la ceremonia en la capilla. Así, en familia, en la más estricta intimidad, el padre Turú bautizó a mi hijo Miguel Rafael.

    Pasó quince días ingresado, sin que el anunciado bloqueo pulmonar se produjese, y visto que el niño se mantenía estable, le dieron el alta.

    Lo siguen controlando a menudo pediatras y cardiólogos, y el niño sigue estable. Sólo hay que esperar a los seis meses para poderlo operar.

    Desde que supe que nuestro hijo tenía estos problemas, lo encomendé al padre Alba, no sólo para que intercediese por Miguel, sino para que rogase a Dios que nos diese la gracia necesaria para aceptar su voluntad, tanto si se llevaba al cielo a Miguel como si quería conservárnoslo.

    Dios nos ha querido hacer un regalo con este hijo. Dios nos ha regalado un alma pura, inocente, que sabemos seguro que irá al cielo. ¿Sabéis qué tranquilidad, qué alegría da saber que tenemos uno de esos ángeles en la tierra? Mi madre siempre dice que Dios crea esas almas puras para tenerlas seguras a su lado; son almas privilegiadas, muy amadas de Dios. Por eso, lo que para algunos sería una desgracia, para nosotros no es más que una bendición de Dios.

    Una vez más, pero esta vez muy en especial, gracias, Dios mío.
    Texto extraído de la revista Ave María, nº 686

    Creatividad ante los problemas.



    CREATIVIDAD ANTE LOS PROBLEMAS
      Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.

    En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable.

    El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas oportunidades de escapar al terrible veredicto ....¡la horca!
    El Juez, también confabulado, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo. Por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de Él tu destino vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino".

    Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE" y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

    El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, invocando al Señor su ayuda, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.

    Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente: "¿Pero qué hizo?, ¿y ahora? ¿cómo vamos a saber el veredicto?".

    "Es muy sencillo, respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué". Con rezongos y enojo mal disimulado, liberaron al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

    Sé creativo. Cuando todo parezca perdido, pídele al Señor que te ilumine para usar tu imaginación.

    "En los momentos de crisis, solo la imaginación es mas importante que el conocimiento." Albert Einstein

    La olla.

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    LA OLLA

    Un día, un experto en administración del tiempo estaba hablando a un grupo de estudiantes y buscó una serie de acciones para sus comentarios, de forma que a los jóvenes se les quedara la idea en su mente para siempre. El experto se colocó enfrente de todos con una olla de cerámica con boca ancha. La colocó sobre la mesa y tomó una docena de piedras grandes y las fue colocando dentro de la olla. Cuando la olla estuvo llena y no cabía una piedra más, preguntó: "¿Está llena la olla?
    Todos en la clase contestaron: "siiiiiii"

    Dijo él: ¿De verdad? Entonces tomó un cubo con grava y empezó a vaciar su contenido en la olla hasta que ésta se fue colocando en los huecos que existían entre las piedras más grandes hasta que ya no pudo entrar una más. El pregunto: "¿está llena ahora?" Alguien del grupo contestó:"Probablemente no" "¡Bien!" exclamó. Enseguida tomo una cubeta con arena y la vacío dentro de la olla de tal manera que la arena cubrió los huecos dejados por las piedras y la grava y ya no cupo más.
    Preguntó: " ¿está llena ahora?"
    "¡Nooo!" exclamó el grupo
    ¡Excelente! - les dijo, a la vez que vaciaba una jarra con agua en el interior y ésta era absorbida por la arena. "¿Cuál es la moraleja de este ejemplo?"
    Un estudiante comentó: La moraleja es que no importa cuán llena esté tu agenda, si te esfuerzas habrá cabida para algo más.

    "No, -contestó el experto-. La moraleja que nos ilustra esto es que si no colocas las piedras grandes en primer lugar, no podrás hacerlo después" ¿Qué son para ustedes las piedras grandes en su vida? ¿Un proyecto pendiente de lograr? ¿Tiempo de calidad con tu familia? ¿Tu fe? ¿Una causa justa? ¿Tus finanzas? ¿Tus estudios?
    Recuerden: "Pongan las piedras grandes de su vida primero, ya que no podrán colocarlas después"

    Sepultados vivos.











        

     En una población de Sajonia (Alemania), llamada Ponikau, se hallaban dos hermanos haciendo excavaciones en un pozo. Cierto día, a causa de las muchas lluvias, hubo un desprendimiento de tierra y quedaron sepultados. Otro hermano suyo, que trabajaba allí cerca, acudió presuroso y empezó los trabajos de salvamento, con el ardor y ansia que es de suponer.
    Al cabo de muy duras e infructuosas fatigas, creyendo, por el tiempo transcurrido y por no oír ningún rumor de vida, que sus pobres hermanos habían fallecido, se decidió a rellenar el pozo y a colocar una lápida en su memoria.
    Al conocer la madre la resolución tomada, acudió al punto y con llantos y requerimientos, logró que se prosiguieran las excavaciones.
    Todos consideraban inútiles los trabajos, por haber pasado ya ocho días; pero quisieron condescender con los anhelos de su madre, que deseaba ver siquiera los cadáveres de sus dos hijos. Al fin dieron con los infelices que se hallaban en un gran extremo de agotamiento; pero aún con vida. Decían haber oído distintamente las voces y ruidos de los trabajos de salvamento; pero que como tenían el cuerpo tan exhausto y la voluntad tan rendida al desmayo, no acertaban a contestar.

    Al ser interrogados sobre cómo habían podido resistir aquellos ochos días, comentaron que bebían el agua que rezumaban las paredes de su lóbrego encierro y mordisqueaban las correas y zapatos que llevaban. El amor de su madre los salvó.
    Lo mismo acontece con muchos pecadores, hundidos en el fango de los vicios. Todas las fatigas de los hombres para conducirlos al buen camino, son vanas. Del fondo de la profunda sima en que cayeron no viene ya ningún rumor de vida; parecen muertos a la gracia para siempre.
    Pero hay una Madre, que vela por ellos, y es la Virgen María. Si Ella intercede en su favor e implora de Jesucristo la salvación de aquellos hijos descarriados, se operará el milagro de los milagros: recobrarán la vida espiritual de la gracia, que les hará acreedores a la vida eterna de la gloria

    El herrero.

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    Lynell Waterman cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida. Muy por el contrario: sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día. 
    Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó:
    - Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado.
    El herrero no respondió enseguida: él ya había pensado en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida. Sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a
    hablar y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:
    - "En este taller, yo recibo el acero aún sin trabajar y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú como se hace esto? Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone roja. Enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada. Luego la sumerjo en un balde de agua fría y el taller entero se llena con el ruido del vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura. Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta: una sola vez no es suficiente".

    El herrero hizo una larga pausa, encendió un cigarrillo y siguió:
    - "A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada. Y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de hierro viejo que ves a la entrada de mi herrería.

    Hizo otra pausa más, y el herrero terminó:
    -Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: "Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí.
    Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de hierro viejo de las almas".

    Tu verdad mídela en tu capacidad de dar amor incondicional a pesar de tu soledad y del vacío del mundo. Que Dios te acompañe en tu búsqueda.

    Los pensamientos positivos capacitan.


    Los pensamientos positivos son los únicos que nos permiten acumular fuerza interior y nos capacitan a ser constructivos. Los pensamientos positivos son los que siempre dan beneficio en todas las situaciones sin atraparnos en la apariencia externa de una situación.
    Pensar positivamente no significa que ignoremos la realidad a nuestro alrededor y pretender vivir en lo irreal o pretender ser otro. Pensar positivamente significa ver los problemas y reconocer su realidad, pero al mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones a ese problema.
    A menudo, esto requiere tolerancia, paciencia y sentido común. Es fácil ser pesimista, así como ser optimista, pero necesitamos ser muy cuidadosos y maduros si queremos ser realistas. Una persona que piensa positivamente será consciente de las debilidades de los demás a su alrededor pero aún así dirigirá su atención hacia las buenas tendencias de los demás.
    Los pensamientos positivos nos dan el sentimiento de sentirnos contentos interiormente y gracias a esto nuestras expectativas hacia los demás disminuyen cada vez más. Esto no significa que no nos importen, sino que dejamos de pedirles amor, respeto, reconocimiento, etc. y hacemos que la relación sea más ligera. Éste es el mejor método para crear relaciones duraderas y armoniosas.
    También cuando estamos contentos interiormente tenemos la fortaleza para aceptar a los demás tal como son sin querer cambiarles como nosotros pensamos que sería correcto. Junto a esto somos capaces de darnos tal como somos, con nuestros talentos positivos y nuestras limitaciones, sin pretender otra cosa.”
    Anthony Strano

    El significado de los colores.

    Amarillo:

    El amarillo simboliza la luz del sol. Representa la alegría, la felicidad, la inteligencia y la energía.

    El amarillo sugiere el efecto de entrar en calor, provoca alegría, estimula la actividad mental y genera energía muscular. Con frecuencia se le asocia a la comida.

    El amarillo puro y brillante es un reclamo de atención, por lo que es frecuente que los taxis sean de este color en algunas ciudades. En exceso, puede tener un efecto perturbador, inquietante. Es conocido que los bebés lloran más en habitaciones amarillas.

    En exceso, puede tener un efecto perturbador, inquietante. Es conocido que los bebés lloran más en habitaciones amarillas.




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    Mezclando el rojo y verde se hace amarillo y si usas naranja con verde da uno tono mas oscuro.


    Verde:

    Éste es el color de la naturaleza, toda la gama de verdes, como dice la canción... y mil distintos tonos de verde... desde el verde pálido de la hierba fresca de primavera y las hojas nuevas hasta el verde intenso del bosque centenario.



    Mezclando azul y amarillo da el color verde...


    Negro: 

    El negro representa el poder, la elegancia, la formalidad, la muerte y el misterio.

    Es el color más enigmático y se asocia al miedo y a lo desconocido ("el futuro se presenta muy negro", "agujeros negros"...).

    El negro representa también autoridad, fortaleza, intransigencia. También se asocia al prestigio y la seriedad.

    En heráldica el negro representa el dolor y la pena.

    En una página web puede dar imágen de elegancia, y aumenta la sensación de profundidad y perspectiva. Sin embargo, no es recomendable utilizarlo como fondo ya que disminuye la legibilidad.

    Mezclando gris y blanco da negro seguro que no...

    Violeta:

    El individuo con color violeta es una persona especialmente espiritual. Las cosas del mundo no parecen preocuparle demasiado, sin embargo sí está muy pendiente de su crecimiento personal. Esta espiritualidad la pueden desarrollar de maneras muy diferentes. Algunos se convierten en personas muy religiosas, otros emprenden el camino de la meditación y otros simplemente desean conocerse mejor.



    Mezclando azul y rojo da violeta..

    Rojo:

    El color rojo es el del fuego y el de la sangre, por lo que se le asocia al peligro, la guerra, la energía, la fortaleza, la determinación, así como a la pasión, al deseo y al amor.

    Es un color muy intenso a nivel emocional. Mejora el metabolismo humano, aumenta el ritmo respiratorio y eleva la presión sanguínea.

    Tiene una visibilidad muy alta, por lo que se suele utilizar en avisos importantes, prohibiciones y llamadas de precaución.

    Trae el texto o las imagenes con este color a primer plano resaltándolas sobre el resto de colores. Es muy recomendable para connminar a las personas a tomar decisiones rápidas durante su estancia en un sitio web.

    En publicidad se utiliza el rojo para provocar sentimientos eróticos. Símbolos como labios o uñas rojos, zapatos, vestidos, etc., son arquetipos en la comunicación visual sugerente.
    El rojo es el color para indicar peligro por antonomasia.



    Azul:

    El azul es el color del cielo y del mar, por lo que se suele asociar con la estabilidad y la profundidad.

    Representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad y el cielo eterno.

    Se le considera un color beneficioso tanto para el cuerpo como para la mente. Retarda el metabolismo y produce un efecto relajante. Es un color fuertemente ligado a la tranquilidad y la calma.

    En heráldica el azul simboliza la sinceridad y la piedad.

    Es muy adecuado para presentar productos relacionados con la limpieza (personal, hogar o industrial).



    Mezclandoentre un celeste y un negro da azul...

    Naranja:

    El naranja combina la energía del rojo con la felicidad del amarillo. Se le asocia a la alrgría, el sol brillante y el trópico.

    Representa el entusiasmo, la felicidad, la atracción, la creatividad, la determinación, el éxito, el ánimo y el estímulo.

    Es un color muy caliente, por lo que produce sensación de calor. Sin embargo, el naranja no es un color agresivo como el rojo.
    La visión del color naranja produce la sensación de mayor aporte de oxígeno al cerebro, produciendo un efecto vigorizante y de estimulación de la actividad mental.



    Mezclando rojo y amarillo da naranja...

    Blanco:

    El blanco se asocia a la luz, la bondad, la inocencia, la pureza y la virginidad. Se le considera el color de la perfección.

    El blanco significa seguridad, pureza y limpieza. A diferencia del negro, el blanco por lo general tiene una connotación positiva. Puede representar un inicio afortunado.

    En heráldica, el blanco representa fe y pureza.

    En publicidad, al blanco se le asocia con la frescura y la limpieza porque es el color de nieve. En la promoción de productos de alta tecnología, el blanco puede utilizarse para comunicar simplicidad.


    Purpura:

    Purpura aporta la estabilidad del azul y la energía del rojo.

    Se asocia a la realeza y simboliza poder, nobleza, lujo y ambición. Sugiere riqueza y extravagancia.

    El color púrpura también está asociado con la sabiduría, la creatividad, la independencia, la dignidad.

    Hay encuestas que indican que es el color preferido del 75% de los niños antes de la adolescencia. El púrpura representa la magia y el misterio.

    Debido a que es un color muy poco frecuente en la naturaleza, hay quien opina que es un color artificial.

    El púrpura brillante es un color ideal para diseños drigidos a la mujer. También es muy adecuado para promocionar artículos dirigidos a los niños.



    Epero les haya gustado mi post

    fuente:
    http://www.webusable.com/coloursMean.htm

    sábado, 22 de octubre de 2011

    La felicidad eres tú.


    Para ser feliz no has de hacer nada, ni conseguir nada, sino deshacerte de falsas ideas, ilusiones y fantasías que no te dejan ver la realidad. Eso sólo se consigue manteniéndote despierto y llamando a las cosas por su nombre.
    Tú ya eres felicidad, eres la felicidad y el amor, pero no lo ves porque estás dormido. Nos han programado para ser felices o infelices (según aprieten el botón de la alabanza o de la crítica), y esto es lo que te tiene confundido. Has de darte cuenta de esto, salir de la programación y llamar a cada cosa por su nombre.
    Tanto la enfermedad, necesidad de sentirme querido, como la medicina que se ansía, el amor recibido, están basados en premisas falsas. Necesidad emocional para conseguir la felicidad en el exterior, no hay ninguna; puesto que tú eres el amor y la felicidad en ti mismo. Sólo mostrando ese amor y gozándote en él vas a ser realmente feliz, sin apegos ni deseos, puesto que tienes en ti todos los elementos para ser feliz.
    La respuesta de amor del exterior agrada y estimula, pero no te da más felicidad de la que tú dispones, pues tú eres toda la felicidad que seas capaz de desarrollar.
    Anthony de Mello

    La admiración: un camino hacia la excelencia.


    La admiración es la capacidad de asombro que manifestamos ante el éxito de los demás. La envidia es el dolor profundo que nos corroe y enferma ante el triunfo ajeno.
    La admiración es la facultad superior que solamente poseen quienes aprenden de los triunfadores. La envidia es la característica principal de los soberbios y constante permanente de los mediocres.
    La admiración es el requisito indispensable para disfrutar de las manifestaciones de la creación. La envidia en cambio, siempre observa aquello que invalida la perfección espontánea.
    La admiración es el éxtasis sublime ante lo desconocido, sentimiento que alimenta al descubridor y alienta al investigador. La envidia lo explica todo con una simplicidad aberrante y con una lógica sin sentido.
    La admiración aprecia el esfuerzo y la tenacidad sincera. La envidia descalifica el sacrificio y la entrega, justificando el éxito como producto de la casualidad o la buena suerte.
    La admiración estimula al líder para aprender, emular, luchar, lo reta, lo anima, lo ennoblece. Para los mediocres, la envidia es la fuente principal para resentirse, vengarse, justificarse, y encerrarse en sí mismos.
    El líder de excelencia se admira al contemplar el crecimiento de sus seguidores, y ve justificados sus esfuerzos por transmitir sabiduría. En cambio, el envidioso esconde en lo más hondo de sus conocimientos y le duele profundamente que lo superen sus subordinados.
    El líder de excelencia está consciente que su grandeza radica en su capacidad de desarrollar seres superiores, sabe que en su capacidad de asombro está su crecimiento infinito, está consciente que es una facultad natural que todo ser humano posee al nacer y se esfuerza por mantenerla toda la vida.

    Miguel Angel Cornejo